Este deporte muchas veces es tan injusto, que es imposible digerir una derrota porque tu rival hizo las cosas “menos mal” que tu equipo.  Pero hoy en Tucumán fue así. A veces el fútbol se resume en una pifia, en la falta de decisión y hasta de suerte. Y eso termina siendo una fatalidad que te deja perdedor y te desvanece el objetivo. Por eso el arrabal de la amargura colectiva decoró el cierre de la “lunita tucumana” para los tatengues… que cayeron por 2 a 0 ante un discreto Atlético Tucumán que con poco se quedó con todo y lidera la zona.

Se vió un Unión muy alejado de la estética y muy cerca de sus limitaciones. Otra prueba de carácter reprobada fuera del "15 de abril". Enredados en la confusión, los roces y el nerviosismo que lo llevaron a defender muchas veces mal y a atacar con escaza efectividad. Hubo respuestas individuales deficitarias, rebeldía nula y severos llamados de atención a la hora del retroceso, quedando demasiado expuesto al gol en contra.

Fueron y vinieron en la etapa inicial. Generaron poco y no acertaron demasiado en las decisiones en campo contrario, hasta que sobre el límite del primer tiempo, Menéndez guapeó en el área rojiblanca y sacó ventaja a los manotazos de la inexperiencia de Pittón, y que el árbitro Espinoza no midió con la misma vara de jugadas anteriores, para definir ante la salida de Nereo y poner el 1-0 a favor de local.

Por más ambicioso, arriba el Decano, al que no le sobraron demasiadas luces para justificar la diferencia. El gol en contra en un momento clave del duelo, dejó lastimado a Unión.

En el complemento, el elenco de Madelón se instaló en campo enemigo, pero rebotó tantas veces como intentó vulnerar la trinchera de los azules. Es cierto que estuvo cerca de empatar, pero es tan cierto como que también alambró para no recibir otro cachetazo que lo dejara fuera de toda chances de quedarse con algo.

Sobre el final, lanzado al ataque llegó al gol García Guerreño pero el juez asistente levantó el banderín y anuló el tanto rojiblanco. Quedaron dudas en la posición del zaguero paraguayo, pero el árbitro Espinoza pitó siempre las dudosas en contra de los intereses del conjunto de la Avenida. De contra, Atlético volvió a encontrar mal parada la última línea del Tate y con una carambola otra vez Menéndez la empujó a la red. Fue la última jugada del partido para cerrar el 2 a 0. Fue la primera derrota de Unión en el año, pero este es un torneo corto que no admite demasiadas distracciones si la intención es estar lo más alto posible.