"Brasil es un mulato gigante que habla portugués en el sur"

Caetano Veloso y Gilberto Gil acaban de editar en Argentina "Dos amigos. un século de música".

Caetano Veloso y Gilberto Gil

Bahianos ambos y amigos desde comienzos de los '60, Caetano y Gilberto Gil no sólo dieron vida y sustento al Tropicalismo, que sucedió a la bossa nova y con toques de electricidad, rock y psicodelia alcanzó resonancias planetarias, sino que ambos también tuvieron que marchar al exilio en 1969 y se convirtieron desde entonces en referencia artística y cultural del Brasil.

A propósito de la edición en Argentina del disco doble, que reúne canciones como "Sampa", "Leoncinho" "Terra", "Eu vim da Bahia", "Sao Joao Xango" y "Super Homen" en registro íntimo de guitarra y voz en vivo, Caetano Veloso aceptó hablar de su relación con Gil, la música brasileña y esta experiencia, en una charla con Télam.

-A lo largo de 50 años Gilberto Gil y usted han sostenido una fuerte amistad, arrancando en los tumultuosos años del comienzo del tropicalismo y siguiendo con el exilio que compartieron y la vuelta al Brasil; ¿cuál ha sido la base de esta relación y cuál fue el motivo por el cual decidieron encarar esta gira conjunta?
-La base de la relación fue la gran afinidad que sentimos los dos cuando nos conocimos, en Bahía, en 1963. De verdad, yo ya conocía a Gil de la televisión: él muchas veces cantaba con su guitarra en un programa local. Me impresionaba que tocara los acordes de bossa nova con naturalidad. Y me gustaba su cara. Cuando un amigo común (Roberto Santana) nos aproximó, la identificación fue inmediata y nació una amistad. El año pasado recibimos una invitación de un productor italiano para que hiciéramos una gira los dos, con nuestras guitarras. Gil me trajo el mensaje. Yo todavía estaba de gira con "Abraçaço" y casi no acepté. Pero empezamos a ensayar y todo funcionó.

-¿Qué es lo que más aprecia usted de Gilberto Gil como músico, cuál fue su toque particular, qué novedad introdujo dentro de la música brasileña, cuáles son sus canciones preferidas de él?
-La musicalidad de Gil me impresionó desde el comienzo y sigue impresionándome hasta hoy. En el comienzo, él hacía lo que los guitarristas de la bossa nova hacían, pero después fue desarrollando una manera de tocar la guitarra que incluye su amor por las cosas rurales del Nordeste brasileño, su traducción personal de aspectos de la cultura de la diáspora negra, que hace más rica la tradición de música en Brasil.
Mis canciones preferidas de Gil son "Drão", "Meu amigo, meu herói", "Expresso 2222". En el concierto de ahora, lo que más me gusta es escucharlo cantar "Não tenho medo da morte". Es la canción más nueva de las que hace y la más fuerte.

-El desprejuiciado mestizaje brasileño parece una de las marcas propias de esa cultura y uno de los elementos que el tropicalismo lleva a su máximo desarrollo e instala como irrenunciable, ¿cómo se construye esta mixtura y cómo se renueva en cada época, cuál es para ustedes el valor de esa mezcla?
-Brasil es un gigante mulato que habla portugués en el hemisferio sur. Esto sugiere experimentaciones civilizacionales, originalidades que muestren nueva luz al mundo. Quizá no hagamos nada con esa oportunidad pero músicos como João Gilberto, Milton Nascimento, Dorival Caymmi, Dolores Duran, Noel Rosa, Bethânia, Paulinho da Viola y tantos otros muestran que quizá sí hacemos algo.

-¿Qué envidia usted de otras músicas, de la música argentina, por ejemplo; o de la música europea, del folk estadounidense o lo puramente africano, cosas que le gustan pero son lejanas a usted como materiales para trabajar con ellos?
-Más que nada envidio al flamenco, pero la energía histórica de la canción estadounidense (y hablo tanto del folk como de Cole Porter o Nina Simone) es incomparable, como un organismo vivo. De Argentina me gusta la disciplina del tango, su mundo particular bien trabajado por décadas. Eso pasa para el pop y el rock argentino: hay más disciplina allí que en Brasil. Además me gustaría poder cantar como los árabes y los indianos, con diferencias menores que las de medio tono.

-En el show que dieron en el Luna Park se los vio relajados, sueltos, sin tensiones, daba la sensación de que estaban tocando en una reunión de amigos por el simple placer de estar cantando canciones,¿lo planearon así, se dio así?
-Se dio así. Pero no me sorprende.

-¿Han aprendido algo en esta gira?
-Siempre se aprende. Con esta gira, aprendí sobre el pasado y sobre mi vejez.

-¿Podría elegir ustedes músicos, músicas o momentos dentro de la historia de la música brasileña que destaque especialmente por su significación?
-Las grabaciones de Dorival Caymmi con su guitarra cantando canciones sobre el mar. Las grabaciones de Aracy de Almeida cantando las canciones de Noel Rosa. El disco de João Gilberto "Chega de Saudade", que inauguró la bossa nova. Nana Caymmi cantando "Medo de amar". Paulinho da Viola cantando "Pra quê mentir?" con su padre tocando la guitarra. Djavan cantando "Curumím" con su hija. Hay mil cosas.

-¿Otros momentos culturales o políticos?
-Hay muchas cosas: la película "Tierra en trance", de Glauber Rocha; el movimiento por la abolición de la esclavitud, que nos enseña un modelo de actuación; el movimiento por las elecciones directas al fin de la dictadura; Marisa Monte cantando "Carinhoso" con Paulinho de Viola a la guitarra; las películas "O som ao redor", "Boi Neon" y "Que horas ela volta?"

 

Caetano Veloso y Gilberto Gil