Michael Kelly es un actor con una filmografía interesante. Una lista de películas variopintas que incluyen dramas épicos como Everest, cintas de superhéroes como El hombre de acero, o filmes de suspenso como la versión norteamericana de El Secreto de sus ojos.

Pero sin dudas la popularidad le llego de la mano de Doug Stamper, la mano derecha, y fiel lacayo de Frank Underwood el político inescrupuloso compuesto por Kevin Spacey en House of Cards.

La serie, la primera producida por Netflix, que acaba de estrenar la cuarta temporada, se convirtió en un fenómeno cultural sin precedentes. Es el show televisivo predilecto por los políticos de todo el mundo, incluyendo al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

Kelly dejó de pasar inadvertido en la calle, y su personaje ganó en intensidad con el correr de las temporadas.

En esta charla a solas nos cuenta cómo fue esta evolución, como ha sido trabajar con Spacey y el fenómeno cultural detrás de la ficción.