Unión goleó a Colón en el Brigadier López

El partido terminó 0-3. Britez, Soldano y Malrcorra de penal fueron los autores de las tres alegrías del rojo y blanco. El árbitro le anuló un gol a Colón, en una polémica jugada, cuando el partido estaba 0 a 0.

El triunfo de la concentración, la entrega y la efectividad. Unión fue un equipo curtido en la cultura del esfuerzo y del sacrificio. No se perdió de jugar ni un segundo el clásico. Colón hizo bien los deberes mientras no le convirtieron, pero está comprobado que este equipo tiene mandíbula de cristal y el clásico un fue la excepción.  El Tate le entró al mentón y no se levantó… y eso que hasta ese primer impacto el que amagaba sacar la primera “mano” era el anfitrión. Si hasta llegó al gol el local pero la jugada no fue convalidad por el juez (acertó) por falta de Ledesma a Nereo en la definición.

Necesitó muy poca cosa el equipo de Madelón para mandar en el marcador y poner en evidencia a un elenco de Franco emboscado, con pocas ideas y falto de efectividad en las que generó y sistemáticamente desperdició. 

De un tiro de esquina, la especialidad de Unión, nació el primer gol. De un remate milimétrico de Malcorra que unos se tomaron en serio y otros no. La pasividad de algunos jugadores del local contrastó con la velocidad y la voracidad de los rojiblancos, que firmaron un tratado de gol con la pelota detenida. Brítez de cabeza puso el 1-0

El gol alteró el guion de la contienda. Tan nervioso se puso Colón que el empate le quedó más lejos pese a mostrar más ambición. Entonces, con espacios y más tranquilos con la ventaja, el conjunto de Madelón dio una lección de contragolpe. Otra vez el “10” de abanderado, pase preciso al corazón del área y Soldano le clavó una estaca a los del Barrio Centenario. Fue el 2-0 en cinco minutos (entre los 46 y los 5).

A Unión le sobró dedicación y perseverancia. A los 23 del complemento Acevedo buscó el ángulo en la puerta del área, el balón pegó en la mano de Barsottini y Espinoza no dudó en cobrar penal. Malcorra no falló desde la pena máxima y el 3 a 0 fue definitivo. La función se puso desesperante para los locales en la cancha y afuera. Piedras, insultos, suspensión momentánea. Nada cambió en el tiempo que faltó. Si hasta pudo haber llegado el cuarto de Unión ante un rival ya caído, salvo la voluntad de Poblete.

 

Por ímpetu, concentración y efectividad. No anduvo con sutilezas, avanzó con la pesadez y la contundencia de un tanque con gran efectividad. La fiesta se trasladó a la Avenida hasta el 24 de abril, día de revancha programada en este certamen. Mientras tanto, el clásico santafesino tiene un dueño con los colores en rojo y blanco: 27 a 26 en 85 duelos en AFA.