Muchas sorpresas fue lo que deparo el Gran premio de Australia de la F1, la primera fue el abandono antes del inicio del Red Bull de Daniil Kvyat, quien se quedó parado en la parrilla después de la vuelta previa. Despues ya en la salida antes de la primera curva del trazado los Mercedes que largaban adelante quedaban 3° y 6° tras haberse perjudicado entre ambos en la largada.

El merito se lo llevaban los Ferrari, excelente la salida de Vettel y un doble adelantamiento muy inteligente de Raikkonen, los de Maranello se ponían a liderar carrera mientras por atrás Magnussen sufría un pinchazo y tenía que para temprano.

El susto llegó al corazón de los presentes cuando Gutiérrez y Alonso chocaron de forma espectacularmente aparatosa en la curva 3 de la vuelta 19. Un error de cálculo a la hora de frenar del asturiano y una frenada precoz del mexicano lo provocaron.

El MP4-31 de Alonso quedó destrozado en su totalidad, y parecía increíble que el español se escapara de debajo del coche volcado por su propio pie y veremos si tiene algún tipo de lesión. El mexicano no sufrió choque contra muros y no tuvo mayores dificultades.

La bandera roja fue la protagonista y los pilotos pudieron volver al Pit Lane y los equipos tuvieron permiso para hacer cambios de gomas e incluso piezas del coche. La estrategia antes planteada iba a cambiar, o podría hacerlo.

El único piloto que cambiaría de parecer sería Nico Rosberg, quien emuló a su compañero de equipo y puso neumático medio para acabar la carrera. Funciono tan positivamente el compuesto blanco que otros como Button y Sainz le copiarían después.

La batalla en el frente seguía con la desesperación de Ferrari, dado que después de poner el blando en el coche de Vettel, en una parada donde el equipo tiene problemas con un neumatico, y el abandono de Raikkonen por problemas en el motor, se le deslizaba la carrera entre las manos. 

Dominaba Rosberg y Hamilton aguantaba las gomas como podía mientras que cada vez veía más cerca a Vettel en sus retrovisores. A falta de seis vueltas Vettel ya estaba por detrás del coche #44 y era evidente que nada le impediría lograr el segundo lugar.

Ricciardo pudo hacer una gran carrera en solitario y manejando las distancias con Felipe Massa (5º), pudo sacar un meritorio cuarto puesto que será de gran ayuda para la motivación del equipo Red Bull, a pesar de la no participación de Kvyat.

La falta de inteligencia emocional de Verstappen quedó patente cuando en la vuelta 54 de 57 chocó con Sainz en la última curva de la vuelta. El madrileño estaba pegado a Bottas y tuvo que frenar para no chocar al Williams, Verstappen quiso aprovechar y se tocaron ligeramente. El holandés trompeó y perdió toda posibilidad de luchar.

Fue increíblemente meritoria la sexta plaza lograda en el debut del equipo Haas en F1 por parte de Romain Grosjean. Justo por detrás estuvo Nico Hulkenberg y Valtteri Bottas. Sainz acabó la carrera 9º y Verstappen 10º finalmente.

En la penúltima vuelta, Vettel patinó en la curva 15 y se fue largo, así que pidió disculpas por radio a su equipo por el error y tuvo que conformarse con la 3º posición para confirmar un nuevo doblete de Mercedes.

La proxima carrera en dos semanas en el GP de Bahréin.