"El teatro público es un lugar para creadores todavía no reconocidos"
Alejandro Tantanián fue designado director del Teatro Nacional Cervantes y asumirá a fin de año.
Durante este período de transición, el teatro continuará con la programación diseñada por la gestión que dejará su cargo, liderada por Claudio Gallardou y Rubens Correa.
Tantanián camina con respetuosa seguridad el escenario de la imponente sala María Guerrero del Cervantes, donde se dispuso una larga mesa vestida por un mantel blanco para que él conversara con algunos periodistas, ya que transitó el espacio teatral desde diversos roles, como director, intérprete, iluminador, regisseur y curador escénico, sólo por citar algunos.
Su intinerario por la escena se inció en 1979 como estudiante de teatro en la Universidad Popular de Belgrano, por eso para el teatrista la posibilidad de estar a cargo del Cervantes implica, "un gran desafío y responsabilidad, mi vínculo con lo teatral fue muy duradero, con un trabajo siempre ligado a la gestión, empecé en los '80 programando las actividades del Centro Cultural Ricardo Rojas", contó hoy al mediodía el autor de "Los mansos", en charla con Télam.
"Tengo una historia con el lugar, de chico, como espectador; vi los clásicos, cuando lo dirigía Rodolfo Graciano (del '79 a '82), como actor hice aquí 'Circo Negro' (1996) con El Periférico de Objetos -grupo paradigmático del teatro experimental argentino-, pienso al teatro público como un espacio con la obligación de dar lugar a los creadores no tan reconocidos", precisa.
"Quiero -continúa- que el teatro en general pegue un salto hacia delante, no me refiero sólo a puestas, sino a expandir límites, correrlos, descentralizarlos, teniendo en cuenta que gran cantidad de público viene acá, será preciso equilibrar breves coordenadas en función de lo posible, respetar el repertorio nacional, pero abrirnos a otras dramaturgias, trabajar en un teatro que represente a la Argentina como un centro dramático".
Fundador de Panorama Sur junto a Cynthia Edul en 2010, plataforma de formación e intercambio para dramaturgos emergentes de América Latina con sede en Buenos Aires, piensa en "generar concursos con coparticipación, buscar la colaboración de fondos públicos" para el diseño de la grilla de programación de 2017, con actividades de formación y espacios de intervención del público.
Su mirada parece centrarse en la posibilidad de hacer que el Cervantes funcione como sede donde se generen diversas tareas, sin actuar sólo como destino receptor de proyectos diseñados fuera de ese ámbito, con el concepto de curaduría de las producciones presente.
La relación de Tantanián con las artes escénicas desde los diversos roles que desempeñó parece signada por la vanguardia, de ahí que mientras saborea su café concluye con calidez que, "pienso al teatro como un sitio donde equivocarse, desde el punto de vista de tomar riesgos, un espacio dotado de experiencias diferentes para públicos más jóvenes, quienes buscan otras experiencias y establecer otros vínculos con lo escénico".
La posibilidad de diálogo y cruces con otros organismos como el El Complejo Teatral de Buenos Aires, el Instituto Nacional del Teatro o el Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA) resulta un factor capaz de entusiasmarlo, "antes como algunos organismos estaban enfrentados con Nación, no colaboraban, pero ahora es posible armar redes de cooperación", concluyó, destacando la buena gestión anterior.