China y Emiratos Arabes se suman a la carrera

Los dos países asiáticos preparan dos sondas que llegarán en 2021.

Desde que en julio de 1965 la sonda Mariner 4 captó un puñado de fotos de la superficie marciana, una porción de la humanidad sueña con fundar una colonia en el planeta rojo y la otra parte se desvela analizando las condiciones atmosféricas y su geología para lograrlo. En los próximos años, China y Emiratos Árabes Unidos (EAU) se sumaran a la avanzada europea y norteamericana para conquistar el cuarto planeta en orden de distancia al Sol.

Durante mucho tiempo se creyó que Marte era sólo una roca fría cuyos campos de duna eran empujados por el viento. Pero las pruebas reunidas por los rover de la NASA sugieren que el planeta, en una época remota, fue  cálido y húmedo, con una gran afluencia de líquido. La especulación de muchas agencias espaciales es que por su similitud con la Tierra, sería el mejor lugar para emigrar.

La primera misión del mundo árabe partirá en 2020 de una isla en el sur de Japón. La nave no tripulada de los Emiratos Árabes Unidos, llamada Hope, será lanzada desde el Centro Espacial de Tanegashima. La Agencia Espacial emiratí, UAESA, financiará la misión espacial y el centro Mohamed bin Rashid será el responsable del diseño y el desarrollo de la sonda, así como de la ejecución de las fases de la misión.

Según reveló Mitsubishi Industrias Pesadas, elegida entre 10 posibles proveedores de servicios de lanzamiento, está previsto que un cohete H-IIA ponga en órbita la sonda Al Amal (Esperanza) en 2020, para quellegue a Marte en marzo de 2021, coincidiendo con el 50º aniversario de Emiratos Árabes Unidos.

La siguiente coincidencia de fecha es por el centenario de la fundación del Partido Comunista de China (PCCh). El programa espacial de aquel país planea enviar una nave no tripulada y aterrizar con uno de sus vehículos en Marte también en 2021, reveló el comandante Ye Peijian. Para demostrar que están en carrera, en la reciente feria industrial de Shanghái se exhibieron los primeros prototipos de la sonda marciana y el robot de exploración.

El comandante Ye subrayó que para alcanzar sus objetivos –en 2011 China intentó llegar a Marte con la sonda Yinghuo, pero no logró salir de la órbita terrestre- aprovechará la experiencia de la tecnología espacial en sus tres misiones lunares (2007, 2010 y 2013), que incluyeron, en la más reciente, el primer alunizaje de un vehículo espacial chino.

Tras el exitoso regreso del astronauta Scott Kelly, la NASA también apuntó sus satélites al planeta rojo. En dos años la agencia espacial despachará la sonda InSight, que fue cancelada en 2015 y que se propone estudiar el subsuelo marciano. Su objetivo será determinar si el núcleo del planeta es sólido o líquido y por qué su superficie no está compuesta de placas tectónicas en movimiento como la Tierra.

Desde el ámbito privado, Elon Musk, CEO de la compañía SpaceX, señaló en varias oportunidades lo vital que resultará para la humanidad alcanzar el planeta rojo y establecer una ciudad allí para evitar la extinción. Su ambicioso proyecto Red Dragon se propone extraer, mediante una cápsula Dragón, las muestras recogidas por el Mars Rover 2020 de la NASA y enviarlas a la Tierra, para que los investigadores examinen el material.