Independiente Rivadavia atraviesa uno de sus peores momentos en cuanto a lo deportivo e institucional. El Azul, que se ubica penúltimo en la tabla de posiciones con 10 puntos, ganó el fin de semana pero lejos de celebrar los jugadores se plantaron y decidieron tomar medidas por la extensa deuda que la directiva tiene con el plantel superior. 

"Las deudas van desde los cuatro meses a los siete meses. Solamente nos han dado 3.000 pesos a cada uno y la situación es muy difícil. Nosotros tenemos familia y se nos complica mucho seguir así", dijo Leandro Aguirre quien tomó la posta al momento de explicar la situación. 

Con este panorama, los jugadores se pusieron de acuerdo y determinaron entrenar por su cuenta durante la tarde, sin utilizar la ropa del club, y quedar a la espera de un llamado o aviso para saber si la situación se puede normalizar lo antes posible. 

Lo que no trascendió es hasta cuando durará esta determinación aunque de continuar de esta manera podría extenderse hasta el partido ante Boca Unidos.

Según Aguirre, desde la dirigencia no se comunicaron aún con ellos aunque son optimistas de que durante la jornada se pueda llegar a un acuerdo para retomar las prácticas en el club.