Un fierro que se funde
Anoche, se entregaron las estatuillas y fue televisado por Canal 13. Tres horas antes, un reconocido conductor adelantó los certeros ganadores.
Con la conducción de Mariana Fabbiani y Guido Kaczka, los Martín Fierro a lo mejor de la televisión en el año 2015, tuvieron su “fiesta” en el salón del Hotel Hilton de Buenos Aires. La alfombra roja estuvo lista pasadita las 19 horas. Dos horas de despliegue técnico, donde los momentos más mediáticos se los llevaron, Vicky Xipolitaki y la hija de Mariano Martínez, pidiendo por “Lali”.
Puntual, como se prometía, la gala dio inicio a las 21:15 y auguraba una dinámica particular, televisiva. Nada de eso sucedió. Famosos que se cruzaban en el trabajo de camarógrafos, el guante de un tiracable para abrir camino, el sonido que se interrumpe y dos conductores que se adelantan a la voz del locutor para dar la bienvenida. Todos detalles previsibles que pudieron haberse evitado.
En el inicio, el Presidente de Aptra, Luis Ventura, habló de la polémica decisión de dividir la ceremonia entre la TV y la Radio. “Queremos darle independencia al medio de la radio. No queríamos que tuviera un espacio más chico y sea la hermanita pobre de la TV. Queremos que la radio tenga una fiesta a imagen y semejanza de la televisión abierta”.
Los conductores nominados en 4 ternas, será otra cuestión a revisar. Más allá de esto, lograron sobrellevar los momentos más tensos de la noche e intentaron darle ritmo a la transmisión. “Otro año perdido” dijo acertadamente, el periodista Marcelo Stiletano.
Capítulo aparte y debate para los periodistas y para la nueva comisión de APTRA, será la filtración de datos. Información que “spoileó” horas antes Jorge Rial a través de su sitio Big Bang! News.
Una ceremonia que duró 3 horas 45 minutos, pese a estar dividida, desde este año y estar dedicada exclusivamente, a la televisión. Falta de protocolo, de timing en los agradecimientos, desesperación por la comida y desinterés absoluto por lo que sucede en el escenario (nada nuevo), sumado a las faltas de respeto, de un lado y del otro. Insultos a cambio de silbidos.
En una semana, será la entrega de los Martín Fierro Federal. Una ceremonia que año tras año, nos muestra un recorte de las producciones nacionales. Premios en los que la gastronomía no está en primer plano, la vestimenta es lo de menos y donde priman los esfuerzos y las emociones, lejos del ombligo del país.