Montero se fue en silencio de Corrientes
El uruguayo, quien asumirá como entrenador sabalero la próxima semana, dirigió su último partido en Boca Unidos (2-2 ante Crucero del Norte) y se fue si dar declaraciones. Dirigió 14 partidos con 9 victorias, 3 empates y 2 derrotas.
Paolo Montero decidió no hablar luego del partido de ayer frente a Crucero del Norte y se retiró sin brindar declaraciones a la prensa en el cierre de su etapa como entrenador de Boca Unidos. El silencio del uruguayo generó ruido, aunque no sorprendió teniendo en cuenta que se trataba del final de su estadía en el club “aurirrojo”.
A lo largo de sus tres meses de trabajo en Corrientes, Montero demostró ser un locuaz orador durante las conferencias de prensa posteriores a las presentaciones de su equipo. Sus reflexiones siempre dieron pie al análisis y dejaron tela para cortar debido a su rica trayectoria en su pasado de futbolista, que no es tan lejano, y a su incipiente carrera como entrenador.
No obstante, el reciente manejo de la información sobre su salida del club y en especial lo referido a su llegada a Colón de Santa Fe exhibió algunos grises. Por ejemplo: el propio Montero el miércoles en rueda de prensa negó haber charlado con el presidente de Colón, y a su vez el electo titular “sabalero” José Vignatti declaró el mismo día a la prensa santafesina que “tenemos todo acordado con Montero”; esto sumado a una noticia del diario El Litoral de Santa Fe que informó de una reunión entre ambas partes en la ciudad de Reconquista el martes por la tarde (un día antes del contacto del charrúa con la prensa correntina).
Montero ya dijo lo suyo ante los medios locales en la rueda del miércoles, sin saber los allí presentes que sería la última que brindaría en el club.
Sus números luego de 14 partidos como entrenador de Boca Unidos fueron impecables: 9 cotejos ganados, 3 empates y tan sólo 2 derrotas, un total de 30 puntos sobre 42 disputados. De lo mejor en cuanto a cifras del Aurirrojo en el torneo de la B Nacional, y con un rendimiento futbolístico que creció gradualmente a lo largo del certamen, imprimiéndole una identidad de juego al equipo.
Una campaña que potencia a cualquier entrenador y le abre puertas, mucho más a una figura con nombre propio como el ex futbolista de la Juventus y seleccionado uruguayo. No está mal que el charrúa y su equipo de trabajo busquen nuevos y más ambiciosos horizontes.
Lamentablemente el manejo de las informaciones que surgieron en las últimas jornadas no fue todo lo prolijo que ameritaba la cuestión…