Si algo le faltaba a este día fatal para el fútbol argentino era la noticia que surgió desde la AFA cuando empezaba el mediodía. El edificio de la calle Viamonte tuvo que ser desalojado rápidamente por una amenaza de bomba.

Luis Segura, que había llegado en silencio y escapando a las cámaras, tuvo que esperar en la calle a la camioneta que lo retiró ante la atípica situación que se vivió en Viamonte 1366. En el interín, el directivo se mostró nervioso ydialogando con el encargado de un edificio vecino. En tanto, al marcharse, lo hizo increpando a los periodistas presentes.

A los periodistas que estaban parados en la puerta les pidieron que despejen la zona por la amenaza. Mientras tanto, la Policía cortó el tránsito para que un escuadrón antibombas inspeccionara el edificio. Situación que terminó arrojando que sólo fue una falsa alarma.

Pero la caótica jornada no acabó allí. Es que en horas de la tarde, alrededor de las 15, corrió el rumor de una carta en la que supuestamente Segura oficializaba su renuncia a la Casa Madre del fútbol argentino, aunque nuevamente se encargó de desmentirlo, minutos más tarde. Vale destacar que en la previa de la Final de la Copa América Centenario, había brindado una conferencia en la que avisó que seguiría siendo presidente hasta el 30/6, día en el que finaliza su mandato.