La renuncia de Lionel Messi a la selección argentina se convirtió en cuestión de Estado. El presidente Mauricio Macri se puso este lunes a la cabeza de los intentos para convencerlo de que siga en el equipo.

Esta mañana, antes de ingresar a una reunión de gabinete, el propio mandatario contó los pormenores de la conversación que tuvo con el mejor jugador del mundo. "Hablé con él para felicitarlo y decirle que claramente habían hecho un gran campeonato. Hace dos campeonatos que no pierden un partido", dijo a los cronistas presentes en Casa Rosada.

Según el relato presidencial, Messi le agradeció el gesto e incluso mencionó la posibilidad de que se vean en persona esta semana, antes de que regrese a España desde Rosario, donde hoy se encuentra descansando.

Macri reconoció que no entiende las críticas que la estrella del Barcelona recibió porque es "un regalo de dios tener al mejor jugador del mundo en un país tan futbolero como el nuestro". "Messi es lo más grande que tenemos en la Argentina, así que hay que cuidarlo", pidió.

El presidente cerró el breve contacto que mantuvo con los periodistas con una broma sobre su recién operada rodilla y sus modestas habilidades futbolísticas: "Estoy mal de la rodilla, pero sino somos jugadores del mismo nivel".

Este martes, el mandatario tiene previsto viajar a la localidad bonaerense de Pergamino para compartir un acto con la gobernadora María Eugenia Vidal. Por la tarde encabezará el relanzamiento del Museo de la Casa Rosada con un homenaje al ex presidente Arturo Illia por el 50º aniversario de su derrocamiento.

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