Con 20 años se recibió de abogado en dos años y medio
Joaquín cursó libre la carrera en La Plata, movilizado por su deseo de ejercer la profesión y, finalmente, convertirse en juez supremo. “Soy el anti-estudiante, no tomo café, no uso anteojos y en el secundario era quilombero”, comentó
Joaquín Badoza no es del común de la gente aunque se exprese con simpleza. Tiene 20 años y ya se recibió de abogado tras dos años y medio de una carrera universitaria que cursó libre en La Plata. Quiere ejercer la profesión libre pero su gran deseo es convertirse en juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. También quiere estudiar Contabilidad.
En diálogo con Alberto Lotuf (A Diario, Radio 2), el joven confirmó que su paso por la universidad fue por un corto tiempo. En 28 meses, rindió 34 materias, en su mayoría en modalidad libre y el pasado 6 de julio se recibió de abogado. “Me gusta la abogacía, desde que iba al colegio me gusta y estudiando lo confirmé”, señaló.
Joaquín se toma su tiempo para responder las preguntas, lejos de su rapidez para dar materias exitosamente. Contó que nunca fue un estudiante obsesivo aunque aseguró que durante la carrera se tomó con responsabilidad el estudio: “Estudiaba entre 3 o 4 horas, no más porque no me resulta. Claro que he pasado noches enteras haciendo un repaso final de cada materia”, precisó.
La clave parece ser la comprensión efectiva que logra de los textos. “Lo que leo, me queda”, indicó tratando encontrar una explicación. Sin embargo, consideró que su logro se basa en haber incursionado en una carrera que realmente le apasiona
Se ubicó lejos de los estereotipos construidos alrededor del “estudiante”: “No tomo café, no uso anteojos y en la escuela no era de 10, era quilombero pero me iba bien”, destacó.
Consultado sobre qué mirada tiene sobre la justicia actual, respondió: “Está colapsada, se hace lo que se puede en los juzgados que están tapados de causas. Es muy difícil que pueda ser rápida por como está estructurada”. Finalmente, remarcó: “Los jueces son personas” y observó: “No me parece mal que los jueces tengan una postura política al menos que influya en sus fallos. La política en la Justicia es un gran problema que los jueces permiten”.