Detienen a un dominicano por la causa del éxtasis en Paraná

Se lo conoce como Brian y los investigadores creen que es el nexo entre el remisero de Buenos Aires detenido en el primer envío y la mujer de barrio El Morro que quedó implicada en el segundo envío.

Los investigadores que auscultan detenidamente la causa de los dos decomisos realizados en la Aduana paranaense los días 13 de junio y 4 de julio de 2016, donde se incautaron casi 70 mil pastillas de éxtasis consideran que llegaron a la cúspide de la pirámide delictiva que manejaba la importación ilegal de pastillas de diseño desde Alemania.

Es que en la madrugada del viernes, luego de algunas semanas de investigación tras rastrear los contactos del teléfono del remisero de la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas, Juan Carlos Grilli, detenido cuando fue a retirar el primer envío al edificio del Puerto Nuevo paranaense, se logró dar con el paradero de una persona de nacionalidad dominicana, de 29 años y cuyo nombre trascendió como Brian.

El hombre habitaba en un hostel del porteño barrio de San Telmo y cuando la Policía irrumpió en su habitación no sólo dio con la persona buscada sino que en su poder se hallaron seis mil dólares, 100 pastillas de éxtasis, algunos gramos de cocaína y una sustancia que no se pudo determinar prima facie pero que la pesquisa consideró como LSD. Si bien las pastillas de éxtasis no se condicen con el color, la forma y el diseño farmacológico hallado en los dos envíos de Paraná, se trataría –según los investigadores- de un remanente de algún envío anterior que el traficante logró ingresar al país.De acuerdo a los datos a los que accedió EL DIARIO en forma exclusiva, Brian, de República Dominicana, tenía un permiso legal de residencia en la Argentina, aunque no pudo dar fe de ninguna actividad laboral formal declarada, y tampoco podría dar cuenta del origen del dinero y la droga que tenía en su poder a la hora de su detención. 

De acuerdo a la secuencia temporal que describe la Policía, Brian fue traído inmediatamente a la ciudad de Paraná donde fue indagado por el juez federal Leandro Ríos, quien dispuso su detección inmediata y quedó alojado en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, al igual que Grilli y Silvia Ávalos.
Una fuente consultada aseguró que con esta detección no habría cabos sueltos en el país y que todo depende ahora de los investigadores alemanes –lugar de donde salió la droga incautada en Paraná- y que sean ellos quienes se encarguen de eslabonar la relación de los narcos europeos con los argentinos y para eso ya se remitió toda la información. 

Antecedentes. Del primer operativo dio cuenta en forma exclusiva EL DIARIO y fue realizado por Gendarmería Nacional en la Aduana de Paraná el día 13 de junio y donde fue detenido Juan Carlos Grilli, un remisero del Gran Buenos Aires, a quien las autoridades policiales estaban esperando que retirara el paquete que provenía de Alemania. Según los investigadores, se eligió a Paraná por ser una aduana de tamaño mediana, ubicada a pocos kilómetros de Buenos Aires y con la convicción que no habría tantos controles. En este se entendió se aseguró que las 33.012 dosis podrían ser triangulada con la R.O. del Uruguay. 

El segundo operativo se realizó el día 4 de julio, con una cantidad incautada similar a la anterior y que se presume provenían dentro del mismo embarque fraccionada en dos partes. En este procedimiento detuvieron a Silvia Estela Avalos, de 47 años, domiciliada en Barrio El Morro, y a quien los investigadores sindicaron como la persona a quien estaba destinada la carga de 35 mil dosis que venían de Alemania cuidadosamente acondicionados en bolsas.

El mito del tercer envío

Fue tan resonante el caso de los dos envíos de éxtasis que fueron decomisados en Paraná que la misma ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se refirió a ella en conferencia de prensa, la que debió ser realizada en Buenos Aires ya que por cuestiones climáticas no pudo llegar el día previsto a Paraná. Si bien en los dos operativos se incautaron 67.187 pastillas de éxtasis enviadas a Paraná por encomienda, la funcionaria dejó entrever que habría un tercer envío –también a Paraná y con el mismo método- lo que llevaría la suma de pastillas a casi 100 mil, aunque no brindó detalles de la misma en la oportunidad. Como modalidad se utilizó una encomienda proveniente de Alemania que, bajo la apariencia de contener colchones inflables, escondía en realidad miles de pastillas de metilendioximetanfetamina (MDMA), la droga sintética que comúnmente se conoce como éxtasis.

“Hay un procedimiento que tenemos bajo secreto de sumario y que aún no podemos detallar”, explicó en conferencia de prensa la ministro, que admitió que ese operativo lo llevaba a cabo personal de la Gendarmería Nacional. Al marcar la forma en la que ingresan las pastillas de droga sintética al país, la funcionaria señaló que “entran por el correo, alguien las va a retirar y luego son introducidas al circuito de comercialización, en las fiestas electrónicas, para ser repartidas a lo largo y ancho del país”. Sin embargo, nada se supo luego de este tercer operativo y fuentes confiables dijeron a EL DIARIO que en Paraná no hubo un tercer envío que estuviera investigándose, por lo que Bullrich se estaría refiriendo a algún otro procedimiento que se realizaba en algún otro punto del país.