Lo que tenés que saber sobre las baterías de las notebook
Muchas son las dudas que se nos presentan sobre la durabilidad y el correcto funcionamiento de las baterías. Acá te contamos en 7 items lo esencial sobre ellas.
1. Podés tenerla enchufada todo lo que quieras
Una de las primeras preguntas que suelen hacerse los usuarios de portátiles es qué pasa cuando uno trabaja con el portátil en casa o la oficina. ¿Debe dejarlo siempre conectado? ¿Debe desconectarlo en cierto momento para que la batería no se degrade? La respuesta es sencilla: podés dejar tu netbook o notebook enchufados todo el tiempo que quieras, porque no hay peligro de sobrecargarla. En cuanto la batería está totalmente cargada ese proceso se detiene, y no vuelve a iniciarse hasta que el voltaje de la batería cae por debajo de cierto nivel.
2. Eso si: no dejes la computadora portátil completamente descargada mucho tiempo
Cuando usas tu laptop sin enchufarla llega un momento en el que aparecen los avisos de batería baja que el sistema operativo muestra y que nos recuerdan que debemos recargarla.
Si no tenemos el cargador o un enchufe cerca no hay problema con dejar que el ordenador se apague por falta de batería, pero dejarla descargada durante un largo periodo de tiempo puede situar ese componente en un estado de descarga profundo (otra de las formas de indicar el estado de la carga) del que podría no recuperarse nunca más.
Las baterías de ión de litio cuentan con un circuito de protección que evitan un “abuso” de la batería. Eso hace que entre otras cosas la batería no se vuelva inutilizable si se “sobredescarga”, pero ese mecanismo no siempre funciona. Cuando las baterías se “duermen” los cargadores ofrecen una pequeña carga impulsora -pulsos de muy corta duración pero de voltaje muy alto- para activar ese circuito de protección, y si se detecta que una de las células empieza a cargarse, se inicia el proceso normal. Lamentablemente ese mecanismo no siempre funciona,
3. Contá los ciclos de recarga
Todas las baterías de este tipo tienen cierta vida útil que se mide en ciclos de recarga. No hay un estándar que especifique lo que constituye un ciclo de recarga de forma detallada, pero se suele asumir que un ciclo de recarga completo se aplica cuando recargamos la batería tras descargarse por debajo del 20%.
La forma de contar esos ciclos de carga varía según los fabricantes, pero en Apple dan un buen ejemplo de cómo lo hacen ellos: “podrías haber usado la mitad de la carga de tu portátil un día y podrías recargarlo por completo. Si hicieras lo mismo al día siguiente, eso contaría como un ciclo de carga, no como dos. De este modo, podría llevar varios días completar un ciclo de carga”.
Como explican en ese mismo documento, se recomienda sustituir la batería una vez se alcancen el máximo número de ciclos de carga. Podremos seguir usando esa batería, pero notaremos una inevitable reducción en la autonomía de esas baterías que se irá agravando con el tiempo.
4. El calor, el gran enemigo de las baterías
Si hay un elemento que afecta a la vida útil de las baterías, ese es el calor. No solo eso: es también un parámetro que puede condicionar el correcto funcionamiento de las baterías de las que estamos hablando, convirtiéndolas incluso en baterías “explosivas”, algo que ha causado numerosos casos de devolución de equipos de fabricantes y que también afecta a otros productos como los recientes hoverboard.
El uso de equipos en localizaciones en los que la temperatura está por encima de los 30 grados puede tener consecuencias importantes para la vida útil de nuestros equipos, y de nuevo tenemos un documento de Battery University que revela que las baterías de ión de litio “sufren de estrés cuando se las expone al calor de la misma forma que lo sufren al someterlas a un alto voltaje de carga”.
Por esto es que, si tenés que almacenar una batería durante un largo periodo de tiempo, lo mejor que podés hacer es dejarla cargada al 40-50% (para evitar un estado profundo de descarga prolongado) y almacenarla en un sitio fresco. Incluso es adecuado tapar los terminales metálicos de la batería con cinta aislante para evitar conductividad accidental o cortocircuitos y meter la batería en una bolsa con cierre hermético para protegerla de polvo y suciedad.
5. Pero meter la batería en la heladera no sirve de (casi) nada
El calor es malo, pero el frío no es exactamente bueno. Ese mito extendido de que almacenar las baterías en la heladera puede mejorar su comportamiento no tiene ningún fundamento.
Aunque en cierto tipo de baterías la degradación incluso a temperatura ambiente es apreciable y se puede ralentizar con temperaturas bajas, las baterías de ión de litio y de polímero de litio no son tan sensibles a ese problema y mantenerlas en la heladera termina dañándolas. La condensación puede provocar corrosión los contactos o el sellado.
Hay casos en los que no obstante este método puede servir para otro propósito: recuperar una batería “muerta”. El proceso es sencillo -meter la batería en una bolsa sellada en el congelador, sacarla tras ese periodo, dejarla que recupere su temperatura normal antes de meterla en el equipo y realizar varios ciclos de recarga completa- así que si estáis en ese caso quizás podáis verificar si el método funciona o no.
6. ¿Saco la batería si enchufé la computadora?
Esta es una de las cuestiones que no tiene respuesta sencilla, y de hecho cada fabricante parece tener su propia opinión al respecto. En Acer, por ejemplo, sí recomiendan extraer la batería si vas a utilizar el portátil conectado a la corriente.
Otros fabricantes no estaban de acuerdo, y por ejemplo Apple incidía en que no se extrajese la batería de sus MacBook cuando este componente aún se podía extraer. En HP indican que no hay problemas salvo que uses el portátil enchufadodurante más de dos semanas -no explican el porqué- mientras que en Dell afirman que puedes usar el portátil sin extraer la batería tanto como quieras.
Evidentemente hay equipos en los que la opción de extraer la batería no está disponible -no al menos de forma sencilla- y como ya hemos explicado las baterías de ión de litio no tienen problemas de sobrecargas, así que aunque no extraigas la batería no va a pasar nada.
7. ¿Cargo y descargo por completo, o solo parcialmente?
Las baterías de ión de litio que encontramos en muchos de nuestros equipos no solo tienen como enemigo al calor, sino también e esos ciclos de recarga completo que acaban agotando el rendimiento de la batería, como explicábamos anteriormente. El uso habitual de estas baterías es el de cargarlas completamente para luego descargarlas hasta que el sistema operativo nos avisa de que tendremos que recargarlas. No es tan normal que las descarguemos por completo, lo que redundaría en un ciclo de carga completo agotado, pero hay métodos alternativos.
Es el que proponía por ejemplo el CEO de Cadex Electronics, Isidor Buchmann, queexplicaba que lo ideal es que la gente recargase sus portátiles al 80% y luego las agotase hasta el 40% para volver a repetir el ciclo. Eso permite según sus pruebas alargar la vida de la batería de forma notable -hasta cuadruplicándola, asegura- ya que el nivel del voltaje al que cargamos las celdas de la batería con ese ciclo hacen que la batería “sufra menos estrés”.
El problema por supuesto, es seguir ese método continuamente, sobre todo cuando no hay utilidades en Windows o OS X/macOS que avisen de esos niveles.Demasiado incómodo para la mayoría de los usuarios, nos tememos.
Aquí podríamos mencionar también otro de los consejos populares que se ven en internet: ¿hay que cargar siempre por completo un dispositivo antes de su primer uso? Lo cierto es que aunque algunos fabricantes sí recomiendan esta práctica, el proceso no es estrictamente necesario, y se suele realizar para completar la calibración de la batería. Gracias a ese proceso el indicador de batería del sistema operativo se podrá comportar de forma óptima a la hora de mostrarnos la capacidad disponible en cada momento.