El celular es el centro de la vida adolescente
Una encuesta nacional en chicos de entre 14 y 18 años dice que el 40% está conectado hasta que se va a dormir; el 30%, las 24 horas
En su cuarto, una televisión desenchufada le sirve de estante a una computadora vieja, que apenas funciona. En el cajón de su mesa de luz, un iPod que cayó en desuso convive con una PC último modelo que usa casi a diario. Pero la verdadera atracción de su habitación y de su vida en general gira en torno de su celular, un iPhone negro de 64 gigas en el que lee, mira películas, navega por Internet, utiliza las redes sociales y hasta aprende idiomas.
Victoria D'Andrea, de 16 años, forma parte del 40% de los argentinos de entre 14 y 18 años que, según una encuesta nacional de consumos y prácticas culturales adolescentes, usa Internet durante el día casi hasta irse a dormir. Además, un 30% usa Internet las 24 horas.
En 2006, por la influencia de los cyber, siete de cada 10 chicos se conectaban 30 minutos por día a Internet.
"Es una generación para la que el celular es el medio más importante", dice Morduchowicz. Uno de los datos más sorprendentes es que el promedio de los chicos consultados tiene cuatro pantallas en su cuarto. "Un 20% tiene dos, otro 20% tiene más de cinco y el 60% tiene entre tres y cinco. Ninguno tiene una sola", explica.
Ante la sorpresa por las cuatro pantallas promedio entre los chicos argentinos, Morduchowicz señaló que la media general de los adolescentes europeos es una sola pantalla. "Esto obedece a que allá tienen smartphones. Hablamos de varias pantallas porque no todos los chicos tienen celulares inteligentes", aclara.
No obstante, chicos como Victoria, que sí tienen celulares inteligentes, también usan más de un dispositivo. Ése es el caso de Lourdes Santamarina, de 14 años, que suma computadora, iPod, smartphone y iPad en su habitación. Además de la propia, muchos de los consultados usan la netbook que les dio el Gobierno.
Aunque para los adolescentes de hoy el celular ya representa casi una extensión de su cuerpo, Morduchowicz sugiere no estigmatizar a los chicos. "En las casas, tres de cada 10 padres no compran ningún medio gráfico. Ése también es un motivo por el cual los chicos se abocan a las pantallas. Si en las casas hay más pantallas que diarios, es lógico. Los mismos padres utilizan las pantallas para su tiempo de ocio y el de sus hijos y suelen pasar los dispositivos viejos a sus habitaciones cuando compran nuevos. Hay responsabilidad por parte de los padres", apunta.
Aunque la encuesta pueda sorprender a más de un adulto, el 85% de los chicos admitió que estar con amigos implica pasar un día divertido. "Es un error creer que porque vivimos en un mundo de pantallas los chicos son menos sociables", agrega Morduchowicz. Así, el 65% coincide en que quedarse toda una tarde mirando televisión es lo más aburrido que puede haber.
El 90% de los adolescentes usa Internet para las redes sociales, según la encuesta encargada por la Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina y auspiciada por Sancor Seguros.
El 90% de los jóvenes respondió que usa el dispositivo principalmente para las redes sociales. Y un 95%, para navegar por Internet. "De Facebook se van cuando aparecen sus padres. Casi el 50% está registrado en Snapchat. Las redes sociales no reconocen diferencias sociales ni económicas", agrega.
Lourdes cuenta que el tiempo máximo en que su padre le quitó el celular por una penitencia fue una semana. "Como tiene 14 años, no puedo agarrarle el celular, pero sí le pregunto con quién habla. Además, en las redes me fijo qué fotos sube, qué escribe. Si le va mal en el colegio o está en penitencia intento sacarle el celular por algunos días. En los días de semana, si la veo a la noche con la tablet mirando películas, me la llevo para que no se acueste tarde", cuenta Jorge Santamarina, su padre.
Santamarina explica que hace su mayor esfuerzo porque su hija tome conciencia de que las redes son buenas para la familia y los amigos, pero no para los desconocidos. Es por eso que le pide que use sus cuentas en privado. En la encuesta, el 75% de los chicos consideró que es más perjudicial conducir alcoholizado que chatear con extraños, opción elegida por el 25%.
El desenamoramiento de Victoria de los libros de papel, que fueron reemplazados por una aplicación del celular, "una opción mucho más práctica para leer en cualquier lado", según contó, coincide con el 75% de los consultados, que leen desde sus smartphones. Sólo un 2% lee en papel, mientras que un 60% lo hace por medio de la computadora.
Otro dato curioso es que el televisor ha sido uno de los medios culturales más afectados por el avance de la tecnología. En 2006, el 75% de los chicos miraba televisión de cuatro a seis horas por día; hoy, ese porcentaje se redujo al 10%.
"La fórmula de consumo televisivo de los adolescentes hoy es cuando quiero, donde quiero, con quien quiero y como quiero. El menú rígido de la TV es incompatible con el adolescente", concluye Morduchowicz.
Sugerencias para padres
- Es conveniente que la habitación de los chicos -especialmente en edad escolar primaria- no tenga ninguna tecnología. Se aconseja que esté en espacios de circulación colectiva: comedor, cocina, escritorio o sala
- La última pantalla que conviene incorporar en la vida de los chicos -a los 12 años- es el celular. El inicio del secundario, cuando el adolescente empieza a ganar autonomía y a desarrollar actividades solo, parece ser un momento adecuado para tener el primer celular
- Es bueno que los chicos usen Internet para la tarea. Siempre que no copien y peguen lo que encuentran: que sepan buscar información, que utilicen más de una página web, que chequeen el contenido, que analicen la credibilidad de las fuentes y que siempre citen el texto que utilizan
- Es conveniente que los padres expliquen que nada es 100% privado en Internet. Todo lo que se sube a la Web es público y puede ser visto por desconocidos y es difícil de borrar.
- Es importante explicarles a los chicos que no deben encontrarse personalmente con gente que hayan conocido en la Web y que deben hablar con los adultos de la casa si alguien que no conocen los invita