¿Qué es la debilidad muscular y cómo afecta a hombres y mujeres?
El deterioro en la masa muscular suele ser común en hombres y mujeres mayores de 60 años y para evitar complicaciones se sugieren una serie de cuidados y nuevos hábitos. Chequealos en la nota
Según diversos estudios realizados en los Estados Unidos, Europa y China, una de cada 8 mujeres mayores de 65 años presenta un significativo deterioro de la masa muscular, razón por la cual no llaman la atención las frecuentes fracturas asociadas. En los hombres, en tanto, se observa en uno sobre 20.
“No hay que perder de vista que hueso y músculo son dos tejidos interrelacionados entre sí y, por lo tanto, si algún proceso afecta a uno de ellos, se estará comprometiendo la funcionalidad del otro. Durante el período de desarrollo del ser humano, la ganancia de masa ósea precede a la muscular, en tanto que, a partir de los 60 años, la situación es inversa: primero se pierde músculo y luego hueso”, afirma la Dra. Alicia Bagur, médica osteóloga y directora de Mautalen Salud e Investigación.
La masa muscular se desarrolla rápidamente durante el crecimiento hasta alcanzar su punto culminante alrededor de los 30 años. Los hombres, por efecto de la testosterona, logran una masa 20% mayor que las mujeres.
La musculatura se mantiene estable entre los 30 y los 50 años y comienza a reducirse a partir de esa edad, aunque esta caída no es igual en todos. La disminución de la fuerza, de la función muscular como velocidad de la marcha, de la movilidad y el aumento del riesgo de caídas y fracturas óseas, representan algunas de las consecuencias.
La sarcopenia o pérdida de masa muscular se debe a una suma de factores: baja ingesta de proteínas, ausencia de actividad física, niveles deficientes de vitamina D y cambios específicos en la composición o calidad del músculo a medida que envejecemos, agrega la Dra. Bagur.
Entre las recomendaciones, sobresalen la incorporación de más proteínas a la dieta (tres porciones de 25 a 30 gramos distribuidas en desayuno, almuerzo y cena), realizar ejercicios aeróbicos, de resistencia, y de flexibilidad y equilibrio entre 3 y 5 veces por semana, y tomar sol sin protección durante un ratito para promover la producción de vitamina D.
Habitualmente, los pediatras suelen recetar vitaminas sólo hasta el primer año de vida cuando, en realidad, los chicos están muchas horas encerrados y frente a la computadora o el celular. No es casual, entonces, el aumento de las consultas médicas para conocer los valores de vitamina D.