Jobs falleció el 5 de octubre de 2011 a raíz de un cáncer de páncreas con el que había estado luchando siete largos años.

Fundó Apple en 1976, junto a Steve Wozniak y con colaboración de Ron Wayne. Sus inicios fueron sencillos: arrancó en un humilde garage y logró convertir un imperio que hoy sigue creciendo.

El gigante de Cupertino alcanzó un volumen de negocios de 234.000 millones de dólares en el último año. Y su cotización en la bolsa, que llegó a los 600.000 millones de dólares, representa el doble del valor que tenía en 2011, cuando falleció Jobs.

Su infancia

Steve Jobs nació el 24 de febrero de 1955 en California, Estados Unidos y fue dado en adopción por sus padres biológicos que en ese entonces eran estudiantes universitarios. Fue criado por una familia de clase media formada por Paul y Clara Jobs (Hagopian), de origen armenio.

Los inicios

Luego de unos cuantos años de esfuerzo dedicado a Apple, que fundó junto a Wozniak en 1976, logró desarrollar la primera computadora personal con interfaz gráfica del usuario. La llamó Lisa. Estaba pensada para usuarios con pocos conocimientos de informática, pero su valor era más alto que el de la competencia, así que no fue exactamente un éxito de ventas.

En 1984 presentó Apple Macintosh, la primera computadora con mouse. Era un producto innovador pero tampoco tuvo las repercusiones que se esperaban.

Para ese entonces la relación con John Sculley, CEO de Apple, estaban bastante tensas así que Jobs terminó dejando la empresa que él mismo había fundado.

En 1985 fundó Next, que en 1996 fue absorbida por Apple. De ese modo, volvió a sus orígenes.

Al mismo tiempo fundó Pixar, que se destaca hasta el día de hoy por sus efectos especiales.

El regreso al primer amor

La segunda etapa en Apple fue mucho más auspiciosa. Fue el momento de las grandes innovaciones.

Steve Jobs llevó adelante una verdadera revolución en el ámbito tecnológico con las Mac, el iPod, y, por supuesto, con la creación del iPhone.

Fue un pionero indiscutido en desarrollar un dispositivo inteligente que le permitiera llevar al usuario un teléfono, un reproductor de música y una mini computadora portátil en un mismo dispositivo. Así dio comienzo a una nueva era, la de los smartphones.