Los Pumas cayeron en el cierre del torneo
Fue 33 a 21. La Argentina jugó un buen partido, pero algunos errores individuales le costaron caro y Australia no perdonó. Ahora se viene Japón y y la gira por Europa para definir el ranking para el sorteo del próximo Mundial.
Los Pumas no pudieron contra los Wallabies. La Selección Argentina cayó por 33-21 ante Australia, como local en el Twickenham de Londres, por la última fecha del Rugby Championship. Por primera vez un partido de este certamen se disputó en el Hemisferio Norte del planeta.
En la primera mitad, Santiago González Iglesias falló dos penales y una conversión, algo que le costó caro a los argentinos. Los australianos se impusieron por 18-8, con tries de Adam Coleman y Samu Kerevi.
En el segundo tiempo, los Pumas golpearon rápido: Jerónimo de la Fuente anotó un try a los 4 minutos. Pero el envión duró poco. A los 9, Kerevi nuevamente hizo un try para que se mantenga la diferencia en el marcador.
A los 27, los argentinos se acercaron: Nick Phipps empujó a un auxiliar argentino dentro del campo de juego, el árbitro cobró penal por conducta, y González Iglesia convirtió para que el encuentro quede parcialmente 25-21.
A partir de ahí, Australia no perdonó las que tuvo. Foley marcó un penal a los 33 y Mumm convirtió un try a los 36. Finalmente, el partido terminó 33-21 a favor de los Wallabies. Los dirigidos por Daniel Hourcade ganaron un solo partido y perdieron cinco en esta edición del Rugby Championship.
Ahora se deberá dar vuelta la página porque se vienen compromisos importantes. Pensando en el próximo Mundial, el año que viene se sortean los grupos según el ranking y la última gira del año es escencial para ello: primero en Tokio, ante Japón (el 5 de noviembre). Luego de Asia viajarán al Viejo Continente para medirse contra Gales (el 12 de noviembre en Cardiff), ante Escocia (el 19 de noviembre en Murrayfield) y frente a Inglaterra (el 26 de noviembre en Twickenham). Cuatro partidos que pueden valer oro, para quedar entre los 8 mejores del mundo de cara al sorteo del año próximo.
Antes de la derrota nacional, los All Blacks de Nueva Zelanda aplastaron 57-17 como visitantes a Sudáfrica y finalizaron campeones e invictos en el campeonato.
Nueva Zelanda le anotó a nueve tries a los Springboks en Durban e igualó el récord de 17 victorias internacionales consecutivas; logrando la mayor diferencia en el resultado de la historia entre ambas potencias.