A los 90 años murió el premio Nobel de Literatura Darío Fo
Actor y dramaturgo italiano, publicó más de 100 obras teatrales y numerosos libros. Fue galardonado por su lucha por restituir la dignidad de los oprimidos. Su paso por Buenos Aires en 1984 provocó la furia de grupos católicos.
El dramaturgo y actor italiano Darío Fo, premio Nobel de Literatura en 1997, falleció hoy a los 90 años en un hospital de Milán, donde se encontraba ingresado desde hace unos días por problemas respiratorios, según los medios de comunicación italianos.
Fo nació el 24 de marzo de 1926 en el pequeño municipio de Sangiano, provincia de Varese, y, aunque estudió pintura y arquitectura, es principalmente reconocido por su faceta de dramaturgo, lo que le supuso el Nobel de Literatura en 1997.
Durante su carrera estuvo acompañado por su esposa, la actriz Franca Rame, quien murió en 2013, con la que conformó un binomio intelectual consagrado esencialmente a un teatro político y satírico con el que narraron los problemas de la sociedad de su tiempo.
"Italia pierde a uno de los grandes protagonistas del teatro, de la cultura, de la vida civil de nuestro país", dijo el jefe de gobierno italiano Matteo Renzi al rendir homenaje al escritor.
"Su obra satírica, su búsqueda, su trabajo escénico, su actividad artística de múltiples facetas son la herencia de un gran italiano del mundo", agregó.
Durante su larga trayectoria Fo publicó más de cien obras teatrales, que él mismo interpretaba, y numerosos libros.
El último que publicó en septiembre trataba sobre la figura del científico Charles Robert Darwin, "Darwin ma siamo scimmie da parte di padre o di madre?" (Darwin, ¿somos monos por parte de padre o de madre?) y que contenía preguntas sobre el origen de la vida y estaba ilustrado con sus dibujos.
También en el libro que publicó poco antes de cumplir 90 años, "Dario e Dio" (Darío y Dios, Ed.Guanda), en el que dialoga con la periodista Giuseppina Manin, el premio Nobel se interrogaba sobre la religión y la espiritualidad desde un punto de visa irónico y satírico, características que siempre han definido sus obras.
En 1969 estrenó una de sus obras teatrales más aplaudidas e influyentes, "Mistero Buffo" (1969), cinco monólogos en los que aborda algunos pasajes bíblicos al estilo de los juglares medievales. Dicha obra se estrenó en Buenos Aires en 1984 (en el teatro San Martín) y generó malestar en grupos católicos que pidieron formalmente que se cancelara la obra, realizaron denuncias anónimas y generaron disturbios durante la puesta en escena, provocando la suspensión de algunas funciones. "Usted, con su trabajo, ofende sentimientos que están profundamente arraigados en el pueblo argentino", le reclamó un hombre durante la interrupción de la obra el día 10 de mayo. El día anterior un joven había detonado una granada de gas lacrimógeno para expresar su repudio.
En la presentación del domingo 13 el conflicto llegó a la calle, cuando 100 personas con estandartes relacionados a la Iglesia Católica protestaron en la puerta del teatro y se enfrentaron con un grupo que reclamaba en repudio a las manifestaciones antidemocráticas.
En 1970 presentó otra de sus obras maestras, "Morte accidentale di un anarchico" (1970), en la que rememora la extraña muerte del partisano Giuseppe Pinelli, que en 1969 se precipitó desde una ventana de la Jefatura de Policía de Milán, donde estaba detenido.
Mirá también: Apuestas para este póker: ¿Roth, Murakami o Thiong’o?
Su activismo político fue especialmente relevante en los convulsos Años de Plomo, entre los setenta y los ochenta, cuando creó la organización "Soccorso Rosso Militante" para proporcionar asistencia legal a los militantes de la izquierda encarcelados.
En la década de los noventa estrenó "Il papa e la strega" (1990), obra en la que representa a un pontífice autor de una encíclica inverosímil en la que defendía la liberación de la droga, el control de la natalidad o el regreso de la Iglesia a la pobreza.
En una entrevista que el dramaturgo ofreció a Clarín en 2014, se refirió al Papa Francisco como un "hombre excepcional" que tomó el lenguaje auténtico de San Francisco de Asís. "Ése que ataca el legado de la Iglesia de su tiempo, del tiempo del santo, con los intereses", explicó.
Además, remarcó el que Pontífice generó un lenguaje propio. "Una idea del cristianismo muy diversa de aquella que tiene aún la Iglesia", dijo. "La Iglesia quedó estupefacta ante aquello que ha escuchado expresar a este Pontífice".
Los dardos de Fo van en todas direcciones, desde la defensa de la desobediencia civil en "Aquí no paga nadie" a la historia alternativa del descubrimiento español de América en "Isabel, tres carabelas y un cascabel".
En los años de los gobiernos de Silvio Berlusconi sus espectáculos y monólogos estaban dirigidos a ridiculizar al mandatario con su habitual sarcasmo.
Fo también destacó por su pintura, sobre todo en la última etapa, con sus "falso Picasso" o, de nuevo, causando polémica por el retrato que hizo de la actual ministra para las Reformas, Maria Elena Boschi, y que se subastó para financiar al Movimiento Cinco Estrellas (M5S) de Beppe Grillo al que el dramaturgo apoyaba con fuerza.