El Banco Central debió desembolsar 200 millones de dólares y otros bancos oficiales unos 60 millones más para evitar una suba en el tipo de cambio, que cerró a 4,175 pesos comprador y 4,22 vendedor, registrando en el mes un alza del 1,35 por ciento, la mayor en dos años.

En el segmento mayorista el billete estadounidense subió a $ 4,2025 vendedor frente a $ 4,1975 de ayer.

El dólar informal cede a $ 4,4325 para la venta. Ayer finalizó a $ 4,4425.

La moneda común europea cotizó a $ 6,04 comprador y $ 6,14 vendedor.

A lo largo de agosto, el BCRA vendió alrededor de 1.100 millones de dólares por lo que reservas internacionales cayeron a 50.009 millones de dólares, aunque se espera que puedan ubicarse por debajo de los 50.000 millones ya que restan contabilizar las últimas ventas.

Pese a estas ventas --a las que deben sumarse las realizadas por entidades oficiales--, el billete norteamericano se convirtió en un buen refugio para los inversores, ya que el incremento acumulado en el mes lo convirtió en una buena opción frente a los plazos fijos y las acciones.

"Hoy pudo observarse una ronda mucho más agitada que las anteriores y con mayor volumen negociado", consideraron los analistas de Puente.

La entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont decidió desmantelar cualquier intento de suba vendiendo por alrededor de 200 millones de dólares, otorgándole mayor estabilidad al tipo de cambio.

Al mismo tiempo algunas ventas de bancos oficiales por cerca de 60 millones de dólares ayudaron a que las ventas de la entidad mayor no fueran superiores.

De esta manera, la divisa norteamericana terminó cerrando en 4,20 pesos por dólar con un alza de 5 milésimas respecto del cierre del día anterior y de 4,5 centavos durante todo agosto, siendo el mes en el cual experimentó una mayor suba durante todo el 2011.

El euro, por su parte, cerró con un alza de un centavo por la suba de la paridad internacional y cotizó a 6,04 pesos para la compra y 6,14 para la venta.

Marcó del Pont ratificó que la autoridad monetaria mantendrá la administración del tipo de cambio para evitar una brusca volatilidad en el precio.