Guille 2019
La dirigencia tomó la decisión de ofrecerle al Mellizo la extensión de su contrato hasta el final del mandato de Angelici. El objetivo es encolumnar al club para formar un gran equipo el año que viene
Guillermo Barros Schelotto tiene una cita pendiente en la oficina presidencial de la Bombonera. Daniel Angelici, el principal impulsor, le pidió que asistiera junto a su hermano Gustavo y Javier Valdecantos. ¿El motivo secreto? Ofrecerle la renovación de su contrato hasta el final de su mandato. Alerta spoiler: la respuesta va a ser sí.
“No lo hemos charlado con la Comisión Directiva, pero la intención es renovarle a Guillermo hasta 2019. Es el DT que Boca necesita”, dijo el vice Royco Ferrari. Aclaró que es una “opinión personal”, pero que es compartida con sus pares. No lo han debatido oficialmente entre ellos y todavía no se lo comunicaron formalmente al cuerpo técnico. Pero todos los integrantes de la mesa chica comparten la postura y, en conversaciones informales y privadas, se lo han hecho saber a los Mellizos y Cía. El encuentro tan esperado iba a producirse en Sevilla, pero la agenda cargada lo postergó hasta el regreso. Y el futuro llegó (hace rato).
¿Cuáles son los argumentos que promovieron la decisión? La intención es organizar el club. Marcar el camino. Mandar un mensaje interno claro y contundente: el técnico es Guillermo. Si no rinden con él, no esperen a que llegue otro. El caso Arruabarrena marcó un precedente. No quieren volver a tener que sacar un entrenador por problemas internos evidentes que se terminaron traduciendo en la cancha.
¿Por qué Guillermo? En primer lugar, es el técnico al que siempre quiso Angelici (y el primero al que eligió convencido). Si bien los objetivos todavía no fueron cumplidos, lo que le reconocen es la forma de trabajo. Poco antes del partido con Lanús por la Copa Argentina -uno de los tantos partidos aparentemente decisivos que el equipo tuvo en el año-, un dirigente con línea directa con Mauricio Macri comentó, en voz baja pero certera, que quedar afuera no significaría nada en el futuro de los hermanos platenses. “El objetivo es armar una estructura que permita tener un gran equipo en el 2017”, informó. Eso, también, fue lo hablado cuando decidieron contratarlos. Y la palabra se mantiene...
“¿Cómo no van a querer seguir si para ellos están en el paraíso?”, contó alguien que los conoce a la perfección. Sus antecedentes fortalecen el vínculo: en Lanús estuvieron tres años y medio en los que demostraron que apuestan a los proyectos más allá de su conveniencia personal. De otra manera, hubiesen aceptado pasar a Boca las dos veces que los fueron a buscar o sumar experiencia europea cuando el PAOK de Grecia se metió de lleno para llevárselos. Dijeron que no, respetando lo firmado y sus convicciones. ¿Puede resultar perjudicial en relación al desgaste con los jugadores? Alguna vez, Arruabarrena explicó que son difíciles de continuar procesos superiores a los dos años. “Si saben manejar las renovaciones a tiempo, no puede ser una complicación”, le dijo a este medio una persona con peso específico en el fútbol profesional.
En los pasillos de la Bombonera todos conocen lo que vendrá. Es una movida con escasos antecedentes en el fútbol argentino y con pocas referencias a nivel mundial: Alex Ferguson y Arsene Wenger son los principales ejemplos. Angelici, después de diferentes herencias y algunas segundas opciones, al final encontró al técnico que tanto estaba buscando. Y no piensa dejarlo ir.