Industriales de Rosario piden que se admita la inflación y se tomen medidas

Según el relavimiento de costos fabriles que el IPFO presentó hoy, la suba acumulada es del 11.3% y se dificulta exportar y competir en el mercado interno. Opinan Villamil (Fric-Rot), Del Valle (Industria Plástica), Fontela (Fontela) y Román (Arneg).

“Estuve leyendo la carta que nuestra cámara, la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (Afac), le envió recientemente a la ministra de Producción de la Nación, Débora Giorgi", arranca José Manuel Villamil, SCM manager de Fric Rot, la autopartista estadounidense con planta en Rosario. Y agrega: "Estaba buena. Planteaba el escenario, los desafíos y las preocupaciones del sector autopartista. También se analizaba la estrategia de cada bloque comercial, como la Unión Europea. Pero en toda la carta no aparecía la palabra inflación cuando es lo que más nos preocupa a las empresas. El aumento en dólares le sacó competitividad a la producción argentina y ahora además de hacerse difícil exportar, se está complicando competir en el propio mercado interno. Pero hay un pacto de silencio. No se habla de inflación porque el gobierno no quiere. Tenemos un problema de inflación, que es acuciante pero todavía manejable. Pero si no hacemos nada, empezando por admitirla, incluso las empresas mismas, el futuro promisorio puede ser dejar de serlo”.

Las palabras de Villamil fueron un claro tiro por elevación al gobierno nacional por no tomar el toro por las astas en materia de competitividad y también a la dirigencia industrial que viene morigerando críticas al gobierno nacional.

Villamil fue uno de los ejecutivos que disertó esta mañana en el marco de la presentación del último informe de “Costo Industrial Regional”, que realiza desde hace más de un año bimestralmente del Instituto de Formación Política (Ifpo), un centro de estudios económico y político conducido por Ángel Elías.

El informe sobre la marcha de los costos que tienen los fabricantes de bienes de capital en Rosario, elaborado por el especialista Marcelo Vila Ortiz, se convirtió en un referente informativo para los empresarios del sector, y a la presentación de los resultados del bimestre junio/julio, que se hizo en el hotel Riviera, asistieron cerca de 50 hombres de negocios y hasta el propio vicegobernador electo, Jorge Henn, quien comprometió apoyo del gobierno a los reclamos industriales.

Vila Ortiz presentó los últimos números, que arrojaron un alza de 2.83% en el bimestre junio/julio, incremento que llega al 18.57% en la comparación interanual y que muestra un acumulado anual del 11.34% para este año. En materia de proyecciones estiman que terminará el año en el 18.5%, similar al 20.5% del 2010.

En el último bimestre el incremento estuvo liderado por la mano de obra, (“subió 10% porque se empezaron a pagar los acuerdos paritarios”) y los insumos plásticos (“subió 9.5% porque mayoristas y fabricantes trasladaron pero que venían absorbiendo de las petroquímicas”). Un poco más abajo, influyeron subas en cobre (4.1%) y aluminio (3.9%), “porque hubo subas en los precios internacionales”).

Por el contrario se mantuvo estable el precio del acero (con subas que apenas superaron el 1% en sus distintas formas), que para Vila Ortiz se debió a que el gobierno nacional decidió no convalidar las subas que buscaron las acerías a principios de año, siendo esta medida de gran utilidad para frenar la suba de costos por la incidencia de ese vital insumo siderúrgico en toda la producción.

“Este nivel de inflación implica el incremento en dólares. Los productos argentinos son cada vez más caros en relación a los mismos hechos en otros países. Creemos que es muy difícil que la industria manufacturera local pueda mantener competitividad con este nivel de incremento de costos y que más difícil aún será exportar”, dijo Vila Ortiz.


Luego, llegó el turno de los empresarios. En líneas generales, el mensaje fue el mismo: el nivel de actividad de la industria es bueno y hay oportunidades de crecimiento, pero la inflación no para, y si bien todavía el nivel no es alarmante está quitando competitividad a pasos agigantados y si no la paran va a dejar afuera a la industria nacional de todos los mercados. En ese marco, hay apoyo a las licencias no automáticas, que frenan importaciones, pero sólo como medida coyuntural porque no son una solución de fondo a la falta de competitividad. Incluso, se pide revisar bien los sectores beneficiados para sacarle barreras a algunos insumos necesarios.

El que disertó primero fue Villamil. “La coyuntura es favorable para la industria automotriz y hay perspectivas buenas, que serán malas si no hacemos lo que hay que hacer. Los mercados se volvieron globales y eso representa riesgos u oportunidades, depende si asumimos o no el problema de la falta de competitividad y hacemos que sean sustentables las inversiones necesarias”, dijo. “Antes que no vender por tener un producto caro, compro afuera el insumo. Eso hacemos nosotros. Y eso también nos lo hacen a nosotros. Si no somos competitivos no sacan los productos; y esto ahora es muy fácil en la industria automotriz”, agregó.

El ejecutivo de Fric Rot coincidió con el cálculo de una suba anual del 20% en costos, pero se mostró preocupado por las versiones sobre subas, sobre todo de servicios, tras las elecciones (“ya subieron los combustibles tras las primarias”) y también encendió luz de alerta de lo que puede pasar si Brasil se abarata. “Hoy le estamos sacando negocios a Brasil porque está caro, pero si ellos cambian….”, dejó picando.

Luego, tomó la palabra Hugo del Valle, presidente de la Cámara de la Industria Plástica de Santa Fe, quien explicó las razones de la suba de los plásticos. “El comportamiento de materias primas plásticas tiene mucha sensibilidad debido a que es una comercialización donde demanda supera la oferta, si en algunos períodos hubo incrementos exagerados, en otros se ven amesetados”, contó. El empresario profundizó al señalar que “el inconveniente es que a nivel nacional la producción es acotada y casi monopólica mientras que las importaciones están vedadas por licencias no automáticas”. Por eso pidió que “se quiten las barreras que hoy hay para productos e insumos que no se producen en Argentina, pero que igual se frenan”. En materia interna, reclamó que haya más seguridad impositiva, jurídica y de provisión de gas para que las empresas petroquímicas inviertan y aumenten así la oferta a las fábricas que lo industrializan, que son las que representa su cámara.

Después, tomó la palabra Mauricio Fontela, director comercial de José Fontela e Hijos, una reconocida fábrica de la industria del vidrio. El empresario destacó que el sector está al día en cuestiones como calidad e innovación y que la desaceleración de los mercados de Europa y EE.UU. generan buenas oportunidades para la adquisición de tecnología y equipos con precio entre 20 y 30% más bajos y financiación propia.

“La materia prima básica, que es el vidrio, se viene incrementando año a año con ajustes asemejables al incremento salarial y los insumos producidos en el exterior por grandes compañías tienen un solo ajuste anual. Pero el incremento generalizado de precios, sumado a los aumentos salariales para el segundo tramo del convenio 2011 presentan el gran interrogante de cara a mantener competitividad sin seguir perdiendo rentabilidad”, dijo Fontela, quien se mostró preocupado porque “apenas estamos empezando a discutir cuestiones regalmentarias de los convenios y ya hay aumentos importantes”.

Y luego de decir que “la inflación es real y se ve día a día” se mostró optimista porque el buen nivel de demanda, sobre todo industrial y de las grandes obras de construcción. Por el contrario, se mostró preocupado porque “las obras de construcción no grandes se están amesetando y cayendo de ritmo”.

Finalmente, disertó Sebastián Roman, director industrial de Arneg, quien mostró un cuadro que dejó a todos con el ceño fruncido. El precio de una exhibidora argentina, que es el core business de la empresa en el país, fue entre 2007 y 2009 más bajo que el de una similar fabricada en Italia hasta que en ese año se equilibraron para, a partir de esa fecha, pasar a costar siempre más la argentina. “No estamos comparando con China. Comparamos con Italia, que es más costosa y está en euros. Es una alerta a la creciente pérdida de competitividad que está sufriendo el país”, resaltó el ingeniero. “Vemos muy difícil mantener el mercado de exportación, y también competir en el mercado interno sobre todo porque ahora Europa quieren vender más en los países en desarrollo. Es más, hasta China, por la crisis en los Estados Unidos, quiere vender más en Sudamérica”, alertó el director de Arneg.




“Medidas urgentes”

Al término de las disertaciones empresarias, retomó la palabra Vila Ortiz, quien dijo que si no fuera por las licencias automáticas, habría habido importaciones que hubieran subido el 300% entre 2007 y 2010, contra la estabilidad que mostraron las que fueron protegida, y la relación entre dólar exportado e importado hubiese sido 1 a 6 y no 1 a 3 como en la actualidad. Es por eso que dijo que “urgen medidas correctoras que permitan reencaminar el proceso inflacionario y fomenten la inversión para el incremento de la competitividad de la industria nacional”, dijo el analista, y entre ellas remarcó:

*) Inmediata eliminación de las retenciones del 5% a la industria.
*) Liberación de reintegros demorados y mayor celeridad para el cobro de los mismos.
*) Simplificar la operatoria para los exportadores en planta propia
Solucionar inconvenientes que tienen fabricantes de bienes de capital para cobrar los bonos instituidos a tal fin.
*) Trabajar fuertemente contra el incremento de costos (la inflación en dólares sobre todo desde la base de la pirámide de la cadena de valor del sector).
*) Revisión de los sectores que deben ser protegidos por las licencias automáticas y los que no.
*) Facilitar el acceso a créditos blandos para inversiones en bienes de capital, tecnología, capacitación y ampliación de capacidad.