Rafael Nadal llegó a Abu Dhabi con la singular intención de sumar minutos de juego y de competición. Y no resultaba extraño teniendo en cuenta el antecedente más inmediato ya que el español consumaba su regreso al circuito luego de 11 semanas de inactividad (sufrió una lesión en su muñeca izquierda durante su último partido disputado hasta ese momento, el 12 de octubre en Shanghai ante Troicki). Pero, ciertamente, todo resultó más satisfactorio de lo que se especulaba para Rafa.

Así, luego de imponerse ante Raonic en semifinales, Nadal alzó una vez más el trofeo que ya consiguió en tres oportunidades previas (2010, 2011 y en enero de 2016) . Pero claro: para eso, tuvo que sudar la gota gorda. Es que en la final, el español protagonizó un partidazo ante David Goffin (tuvo varias opciones de victoria) y consiguió quedarse con la victoria al derrotar al belga por 6-4 y 7-6 en casi dos horas de juego.

De esta manera, Rafa se quedó con el Mubadala World Tennis Championship, un torneo de exhibición que le permite cerrar el año con un galardón en lo alto y, también, ampliar la ilusión para lo que se le avecina en el 2017.