Rusia se propone suavizar las penas por violencia de género
La Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) aprobó el miércoles un proyecto de ley que pretende, si la iniciativa progresa, sacar la violencia de género de la legislación penal y convertirla en una simple «falta administrativa»
La Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) aprobó el miércoles en primera lectura, con 368 votos a favor sobre un total de 450, un proyecto de ley que pretende, si la iniciativa progresa y la hace suya el presidente Vládimir Putin, sacar la violencia de género de la legislación penal y convertirla en una simple «falta administrativa», a menos que haya reincidencia o haya muertes de por medio. Para que pueda ser considerada como una infracción administrativa es necesario que el maltratador golpee a su víctima no más de una vez al año, no debe causar lesiones graves y tendrán que estar debidamente probada, ya que, de lo contrario, no se activaría el cómputo de agresiones.
Frente a los dos años de cárcel, pena máxima que hasta la fecha podía ser impuesta a los agresores, la nueva norma prescribe multas de hasta 30.000 rublos (cerca de 500 euros), 15 días de arresto o 120 horas de trabajos sociales. Reincidir sí conllevaría penas de cárcel más prolongadas o si la paliza conduce al fallecimiento de la maltratada.
La promotora del anteproyecto ha sido, paradójicamente, una mujer, la senadora del partido Rusia Justa, Elena Mizúlina, artífice también de la «ley contra la propaganda homosexual» y antigua presidenta del Comité parlamentario de Familia, Mujer e Infancia.
Según expuso en su intervención, «no es lógico que tenga más castigo una agresión dentro de la familia, a un familiar próximo, que fuera». A juicio de Mizúlina, «descriminalizar» la violencia doméstica «permitirá proteger a la familia de injerencias exteriores no justificadas y defender la familia tradicional (...) amenazada si el marido va a la cárcel». La senadora cree que no es de recibo que «tengamos personas en prisión durante dos años y con la etiqueta de delincuente por un simple sopapo».
La letrada María Davtián y muchos otros expertos han puesto el grito en el cielo, ya que están convencidos de que, si la ley termina aprobándose, «llevará a una explosión de violencia en el seno de las familias rusas». Davtián tampoco está de acuerdo con que haga falta provocar lesiones graves para castigar al maltratador, a su juicio, «cualquier agresión tiene que ser punible aunque cause solamente un moratón».
El Ministerio del Interior ruso admitió en 2008 que cada año entre 12.000 y 14.000 mujeres mueren a manos de sus parejas. En años posteriores no se ha vuelto a facilitar datos al respecto para ocultar el problema pese a los continuos requerimientos de los organismo internacionales. En 2015, el mismo ministerio aseguró que 50.000 personas habían sido víctimas de la violencia doméstica, sin aportar más detalles.