"Seguir un par de años"
Federer disfruta de su último título en familia y, tras un paseo en Melbourne, anunció que va a haber Roger para rato. "Es por eso que me tomé los seis meses de descanso", señaló el campeón del Abierto de Australia
Ni los 35 años, ni la paternidad, ni la lesión lo detienen. Roger Federer volvió a hacer historia en el Abierto de Australia al consagrarse con su 18° Grand Slam y no disimula su felicidad por el logro. Es que, como lo dijo a lo largo de toda la competencia, no se imaginaba alcanzar las instancias definitorias de este torneo, y mucho menos alzar la copa, después de los seis meses de inactividad producto de una lesión en su rodilla. Por eso, y como si fuera su primera coronación, el suizo que volvió al top ten después de haberlo dejado en octubre del 2016 (por primera vez en 734 semanas) celebró su logro con muchísima emoción y aún hoy se siente movilizado por lo vivido el domingo.
"Cuando entré a su habitación se despertaron, así que fue raro. Pero estaban de buen humor cuando entré con el trofeo", contó Roger sobre la reacción de sus hijos. "Este es el primer Slam que gano con los chicos (Lenny y Leo, sus hijos menores) que no habían nacido cuando gané el último en 2012, así que es especial para Mirka y para mí", confesó RF. "La gente parecía realmente feliz por verme ganar otro Grand Slam, sobre todo porque este parece un cuento por haber vuelto de esta manera", dijo el 10°, emocionado. "Era consciente de que era un gran partido, pero tal vez no tanto", confesó.
Con 35 años, y una lesión a cuesta, el suizo volvió y rompió con los rumores de que sus años dorados habían pasado. Ahora, muchos dicen que tal vez sea su última final, pero Federer piensa combatir con las especulaciones y aún no planea su retiro. "Espero volver el año que viene al Abierto de Australia. Es por eso que tomé los seis meses de descanso, para poder seguir jugando por un par de años más".