Cuáles son los peligros de compartir tus fotos en Internet
Desde robo de huellas digitales a cancelación de vuelos o gastos insólitos en tarjetas de crédito. ¿cuáles son los verdaderos riesgos de publicar fotografías en Internet?
El titular recorrió el mundo hace algunos días: sacarse fotos haciendo la forma de la "V" con los dedos podría permitir que malhechores roben nuestras huellas digitales. De acuerdo a un grupo de científicos japoneses, es un peligro latente en las fotos que subimos a Facebook, Instagram o cualquier espacio web. La afirmación, que suena descabellada, es el último de los riesgos conocidos que acechan a nuestras imágenes en Internet. ¿pero cuánto hay de mito y cuánto hay de realidad en estas versiones?
"Lo primero que debe ser considerado cuando se publica una fotografía es que una vez que sale de nuestro dispositivo se pierde el control sobre la imagen. Por lo tanto, los usuarios debemos considerar si estamos dispuestos a que la fotografía pueda ser vista por cualquier persona", le explicó a LA NACION Miguel Ángel Mendoza, especialista en seguridad informática de ESET Latinoamérica. Si bien nada garantiza que no sea compartida, siempre es importante conocer y utilizar los modos de privacidad de cada red social, ya que contribuyen a reducir la exposición de nuestros datos.
Hay, además, imágenes que jamás deberían ser públicas, como las de documentación sensible como un DNI, un pasaporte o información financiera y mucho menos los números completos de una tarjeta de crédito, ya que existen programas que posibilitan adivinar la fecha de vencimiento y el código de seguridad en seis segundos, datos suficientes para que cualquiera pueda utilizarla. Por lo que tomar una foto no es una buena idea aunque no todos estén al tanto de los riesgos.
De hecho, existe una cuenta de Twitter, @NeedADebitCard que retuitea con regularidad imágenes que los mismos usuarios de la red le sacan a sus plásticos, en un intento por crear conciencia sobre este mal hábito.
El año pasado el cantante y productor DJ Khaled denunció que por error había puesto una imagen de su tarjeta de crédito en su popular cuenta de Snapchat y que le habían gastado 80 mil dólares en 30 segundos. La historia resultó ser falsa, aunque fue publicada en medios prestigiosos, y ayudó entender este peligro.
"Como regla general, se debe evitar publicar todo aquella información que se considere de carácter privado y que podría ser utilizada para afectarnos física, emocional o patrimonialmente", especificó Mendoza, incluyendo en su lista a modos de contacto, como correos electrónicos, direcciones físicas o números de teléfono.
Los mismos peligros corren para otro objeto que suele aparecer en redes sociales: los boarding passes antes de subirse a un avión. Es un testimonio de un inminente viaje que uno se siente tentado de compartir, pero que puede traernos un dolor de cabeza. Una sencilla búsqueda del hashtag #boardingpass arroja numerosos resultados:
El año pasado la organización Chaos Computer Club realizó una impactante presentación en la que se tomó una foto de Instagram y a partir de allí se pudieron deducir informaciones sensibles del pasajero. Lo mismo sucede con el código de reserva.
"Recomendamos por cuestiones de seguridad cubrir o dejar fuera del encuadre de una foto en cualquier red social de cualquier pasaje emitido los datos específicos, como el número de ticket, el nombre completo o el DNI. Si bien otra persona no podrá usar tu boarding pass para abordar, ya que se necesita mostrar una identificación en la puerta de embarque, algún gracioso con tiempo libre puede tomar estos datos para ingresar a la página de la aerolínea y cambiar tu asiento o inclusive pedir la cancelación de tu vuelo", le explicó a LA NACION Natalia Abate, Social Media Manager de Almundo.com. Según su consejo, también es recomendable evitar que en la imagen se vea el código de barras o el de QR que suelen aparecer en los boarding passes, ya que alguien con un poco de conocimiento podría obtener los datos "sensibles" del vuelo con un lector de código.
"Consejo extra que dejamos a criterio del pasajero: si viaja una familia entera y deja la casa sola, por lo general recomendamos que tampoco se muestre la fecha de viaje, tanto de salida como de regreso, por la creencia popular de que 'se deja la casa sola'", completó Abate.
Con respecto al peligro de que nos roben las huellas digitales, la afirmación parece ser más un posible riesgo del futuro más que peligro real. Todo se originó con un trabajo de un grupo de científicos japoneses del National Institute of Informatics (NII), quienes explicaron que con el avance de la calidad de las lentes fotográficas, un delincuente digital podría tomar copias de nuestras huellas visibles cuando hacemos la "V" y, de este modo, vulnerar cualquier dispositivo que tenga este tipo de seguridad biométrica, como smartphones.
En palabras del especialista Mendoza: "Nada es infalible, incluso un método de autenticación basado en selfies puede ser vulnerado cuando se obtiene una fotografía de una red social si la verificación de la identidad es básica y no considera otros elementos de autenticación, como el movimiento por ejemplo.
Por ello, una mejor práctica que aumenta los niveles de seguridad, es la aplicación de métodos de doble autenticación, es decir, la combinación de dos factores que permitan verificar la identidad de los usuarios. De esta manera, se evita que la identidad de los usuarios pueda ser suplantada con facilidad, tal como sucede en la actualidad con las contraseñas"