Reeditan el libro "La patria fusilada" de Paco Urondo

A 39 años de la masacre de Trelew, se reeditó con ese título su libro basado en las entrevistas a militantes políticos sobrevivientes del hecho: María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y Ricardo René Haidar.

La reedición del libro -que fuera publicado por primera vez en 1973 y aparece con el sello editorial "Libros del Náufrago"- agrega varios apéndices en los que informa sobre los juicios a los responsables de la matanza y el testimonio de los posteriores asesinatos de los tres militantes y del mismo Urondo.

En 15 de agosto de 1972 un grupo de presos políticos protagonizó un intento de fuga de la cárcel chubutense de Rawson, que solo 6 pudieron concretar; el resto -19 militantes- fueron recapturados y alojados en la Base Amirante Zar y fusilados siete días después, bajo el pretexto de un nuevo intento de fuga.

Baleados e incluso habiendo recibido tiros de gracia, Berger, Camps y Haidar sobrevivieron a la matanza y luego de su recuperación quedaron detenidos en Villa Devoto, donde otro de los detenidos, el escritor Francisco Urondo, los pudo entrevistar.

El diálogo entre el periodista y los sobrevivientes se llevó a cabo el 24 de mayo de 1973, un día antes de asumir el presidente Héctor Cámpora y a las puertas de que el gobierno amnistiara a más de cuatrocientos presos políticos de diversas cárceles del país.

Enrolado en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Urondo fue detenido en febrero de ese año tras un allanamiento policial en una finca en la localidad de Tortuguitas; desde los 60, el poeta, narrador, ensayista y periodista, se había acercado a organizaciones de izquierda, como el Movimiento de Liberación Nacional (MALENA).

En las mismas páginas de "La patria fusilada", Urondo narra los detalles de la entrevista: "la planta fue tomada y esto nos permitió intercomunicarnos entre los pisos, vernos, cosa que antes no ocurría. Así me pude reunir con Camps y Haidar que estaban en el segundo piso, y con María Antonia Berger, que estaba en el quinto".

Grabador mediante, los cuatro dialogaron ese 24 de mayo de las 9 de la noche a las 0.4 de la mañana, en el penal donde se hacinaban cuatro mil internos, incluyendo los presos comunes.

Mientras una multitud, tras congregarse en la Plaza de Mayo vivando el nuevo gobierno, se desplazó hacia la prisión para reclamar la libertad de los detenidos, Urondo vigilaba que nadie interrumpiese la entrevista: fuera de la celda "los compañeros" cuidaban dice, y agrega: "No bajamos a comer, estábamos muy trenzados reconstruyendo lo ocurrido en Rawson y Trelew".

Rescata el periodista la fluidez del diálogo y el modo en que lo condujo: "yo quería intervenir lo menos posible, como corresponde a todo entrevistador"; también da cuenta del clima humano: "de mucha conexión entre ellos" de lucidez y de emotividad", poniendo especial atención en la frase de Haidar: "Hemos sobrevivido para contarlo".

En la charla, los sobrevivientes de Trelew hablan sobre el papel de las organizaciones armadas y las movilizaciones populares que a su entender habrían posibilitado las elecciones, además de analizar la vida en el penal de Rawson y el intento de fuga de un centenar de presos de una población carcelaria de más de doscientos.

Tras explicar que la fuga involucraba a militantes de FAR, ERP y Montoneros, y de calificar a dicha acción como la única realizada en conjunto por esas organizaciones, dieron detalles de la toma rápida del penal y de la falla para salir: faltaron los vehículos, dice Berger; y completa Camps: "debían ingresar una camioneta, dos camiones y un auto".

Por una confusión en las señales que desde dentro del penal debían movilizar esos vehículos, entró sólo el auto que trasladó a seis militantes al aeropuerto, mientras que un centenar de detenidos quedó varado, hasta que se procuraron tres taxis que abordaron los 19 fugados que llegaron tarde al aeropuerto y fueron recapturados.

Los que pudieron huir en un avión previamente secuestrado que llegó al aeropuerto de Trelew, viajaron primero a Chile y luego a Cuba; en tanto que los recapturados fueron trasladados a la base Almirante Zar de la marina de guerra y fusilados a mansalva el 22 de agosto.

"La patria fusilada" fue un testimonio primordial para desbaratar la versión oficial de que las víctimas planeaban otra fuga; también en sus páginas se denuncian el maltrato y las amenazas, y queda establecido -dice Haidar- que "la masacre fue un acto premeditado"; una decisión conjunta de las tres armas para intimidar a la militancia.

Ametrallados en sus celdas y sin atención médica inmediata, los tres militantes entrevistados por Urondo lograron sobrevivir y dar su palabra, aunque luego serían secuestrados durante la dictadura: Berger el 16 de octubre de 1979; Camps el 16 de agosto de 1977, y Haidar en 1982 cuando intentaba regresar a Argentina desde Brasil.

Por su parte Urondo, nacido en Santa Fe en 1930, periodista de Primera Plana, Panorama y La Opinión, que llegó a ocupar un papel importante en Noticias, diario que respondía a la organización Montoneros, fue asesinado en Mendoza el 17 de junio de 1976.

Titiritero en su juventud, Urondo, quien escribió letras de canciones y guiones para cine y televisión, es autor de libros de cuentos y de poesía, entre éstos últimos: "Historia antigua", "Lugares" y "Nombres".

"La patria fusilada" apareció en 1973, año en que se publicaron también "El libro de Trelew", de Humberto Costantini, y "La pasión según Trelew", de Tomás Eloy Martínez; este último con este epígrafe de Urondo: "Hubo muchas anécdotas como ésta./ ¿Quién no tiene cosas horribles que contar?/ ¿Quién no tiene su historia?/ Pero nadie supo qué decir,/ Nadie supo qué hacer/ Cuando alguien contó la historia".