Juega la Copa

En Boca saben que entrar a la Libertadores es clave para seducir a Tevez, pero también armar un equipo para ganarla. La forma en que se fue no creen que sea una traba. Eso sí, primero hay que clasificar ...

¿Cuándo vuelve? ¿En julio? ¿En enero? ¿Para la Copa Libertadores 2018? La mano izquierda en alto. La derecha va directamente al escudo. Al corazón. Los ojos están rojos y desbordan de lágrimas. La Bombonera se viene abajo pidiendo que se quede cuando enfila hacia el túnel y saluda en la que sería la última vez, después del 4-1 a Colón que dejó a Boca en la punta, con tres de ventaja sobre San Lorenzo y Newell’s.

Van más de dos meses sin Tevez y, en el medio, pasó todo y no pasó nada. Tevez se casó, Tevez se fue a China, intentó hablar en shanganés y no le salió, Boca empezó la pretemporada sin él, Centurión se puso la 10 y no le quedó nada mal, hubo derrota en el superclásico, Tevez cumplió años y los chinos le estrellaron una torta en la cara, Tevez quedó eliminado de la Champions de Asia y su técnico está en la cuerda floja, se filtraron las escuchas de Angelici, a Werner le hicieron un gol de atrás de mitad de cancha, se boxearon Insaurralde y Silva, también se filtró un video de Centurión y Tevez se cansó de China (sí, se cansó de China). Pero al mismo tiempo, el campeonato no se reanudó y ese partido con Colón es el último oficial hasta hoy.

Desde esa imagen final, los dirigentes siempre supieron que las historia de Carlitos en el club no se había terminado escribir y que tal vez lo que necesitaba era tiempo. “Uno toma aire y a veces vuelve con otras energías”, dijo su amigo y representante, Adrián Ruocco, incluso antes de que lo presentaran en el Shenhua. Y, a partir de conocerlo bien, hasta el propio Angelici se atrevió a decir que lo esperaba para otra vuelta. “Si fuimos capaces de traerlo cuando era imposible, ¿por qué no pensar que pueda volver”, tuiteó el presidente xeneize.

Hay ciertas cosas que deben pasar para que Carlitos regrese. Dos ya están dadas y no son menores: una es que en su contrato hay una cláusula por la que puede rescindir hasta noviembre “si no se siente cómodo” pero sólo para retirarse o volver a Boca y la otra tiene que ver con lo dicho en la edición de ayer, con que no está bien en China por más que lo acompañen unas 20 personas entre familiares y amigos. Las que deben darse no dependen tanto de él. La principal es lograr la clasificación a la Libertadores 2018: no hay otra arma de seducción semejante. Pero Boca todavía no volvió a jugar oficialmente y es como si la era post-Tevez nunca hubiera comenzado. Y sin él, por lo que se vio en el verano, no parece tan sencillo continuar el mismo camino de las últimas fechas, cuando se llevó puesto en fila a San Lorenzo, Racing, River y Colón.

Una vez conseguido ese objetivo, a Carlitos le gustaría encontrar un equipo con jugadores con la jerarquía necesaria para ganar la Libertadores. Si nada cambia y sucede como en este receso que no llega ninguno de los refuerzos apuntados, será difícil. Porque una de las razones que bajonearon al 10 fue la falta de compañeros con la categoría y la personalidad como los que conoció en el 2003/04. Y los líos que hubo en estos dos meses, tampoco ayudan demasiado para entusiasmarlo ...

Y después, superados los dos escollos anteriores, no será una traba la forma en la que se fue, pero sí un motivo de charla. Su relación con algunos dirigentes, con el cuerpo técnico y hasta con los hinchas no quedó de la mejor manera. A los mellizos los hizo a un lado, casi que se enteraron por los medios de su salida. Y de toda esa gente que llenó la Bombonera para recibirlo a mediados del 2015 se despidió a través de un flojo video, sin argumentos sólidos para justificar que se iba de donde había vuelto para no irse nunca más. “Si llenamos la cancha de nuevo, como ya hicimos una vez, eso queda en una anécdota”, dijeron en su entorno.

Hasta la próxima vuelta, entonces.

Ole