"Me encantaría hacer de un Tony Soprano argentino"
El actor interpreta a un cafiolo salteño en el film "Lo que no se perdona", ópera prima de Cristian Barrozo que el jueves llega a cines locales.
Roly Serrano, figura de peso en "Lo que no se perdona", ópera prima de Cristian Barrozo que el jueves llega a cines locales, confesó que le gustaría encarnar una versión local de Tony Soprano, recordado mafioso de Nueva Jersey, aunque comentó que las ficciones argentinas tienen otro tinte y que "la televisión se muere cada vez que pasan 'Gran Hermano'".
En una entrevista con Télam, Serrano también anticipó que está en negociaciones avanzadas para filmar "en julio o agosto" con el ganador del Oscar Paolo Sorrentino, luego de participar en el último filme que del italiano, "Juventud", donde compartiendo elenco con Michael Caine y Harvey Keitel, interpretó a Diego Maradona.
A su vez, en "Lo que no se perdona", que el jueves se estrenará en salas argentinas, interpreta a un cafiolo salteño, que además de regentear el prostíbulo, maneja a una banda delictiva integrada por adolescentes.
El filme es protagonizado por joven Álvaro Maffara en la piel de Leandro, un chico de clase media abandonado en el día a día por sus padres y que encuentra en sus amigos de la calle y en Gustavo (Serrano) la contención que le falta en su hogar.
"Esta película -dijo el actor salteño- está bastante relacionada con mi vida. Yo también fui un chico que vivió en la calle y sé lo que es no tener a nadie que te cobije y te dé de comer. Hoy veo que también hay muchos niños expuestos. Yo conocí y viví a esos personajes".
Télam: Tu personaje, a pesar de ser un delincuente, en un momento dado tiene un gesto de contención para con una nena, cuando todo indica que iba a hacer lo contrario.
Roly Serrano: La escena de la que hablás se la propuse yo al director, como una forma de mostrar que todos los seres humanos en el fondo tenemos la lucidez de seguir siéndolo y no transformarnos bestias. El personaje que yo interpreto también fue otro niño de la calle, que tuvo que sobrevivir, pero que algo de humano todavía le queda.
T: El protagonista es un chico de clase media y de colegio privado.
RS: Hoy vivimos una situación tremenda, en la que los chicos crecen solos, a pesar de tener casa y familia. Internet y todo eso hace que se tenga una vida muy individual. Antes la vida era más social y estaba cubierta desde los afectos. Hoy la calle no es una buena escuela.
T: ¿Por qué?
RS: Hay más gente viviendo en la calle, con la diferencia de que antes la gente te ayudaba y hoy un niño golpea la puerta, se la cierra y le ponen el cerrojo.
T: ¿Esto pudo haber cambiado a través de los gobiernos?
RS: Eso es una deuda histórica en nuestro país, no de un gobierno en particular. Siempre hubo poca gente con todo el poder y el dinero y muchos pobres. Hay una política social que está fallando, que tiene que ver con la distribución del dinero, y el resultado de todo eso es pobreza. Y cuando mas pobreza hay más niños desahuciados y con vínculos con el delitos. Uno no puede erradicar el delito de golpe, pero si puede haber una política social que haga que existan menos.
T: Hoy se debate sobre la baja de la edad de imputabilidad. ¿Creés que eso puede servir o no?
RS: La delincuencia juvenil es el resultado de una política educativa y cultural. Cada vez hay menos menos cultura y educación y esos niños viven así, en un mundo individualista. Se está intentando bajar la edad de imputabilidad, pero no se pone el esfuerzo para que se cumpla con la obligatoriedad para que una familia mande al niño a, por lo menos, terminar el secundario.
T: Realizaste varios papeles similares al de esta película. ¿Te gustaría profundizarlo con uno como el de Tony Soprano?
RS: (Risas) Me encantaría hacer de un Tony Soprano argentino. Es un personaje muy fuerte y creo que pegaría mucho en acá, aunque hace rato que no se filman ficciones de ese estilo en Argentina. Quizá tenga que ver con lo comercial. El mercado argentino hace tiempo que no es redituable y hoy se filma para poder vender en el exterior también.
T: En ese sentido, ¿creés que la televisión argentina está muerta, como dijo Gastón Portal?
RS: Gastón sabe mucho más de tele que yo. Lo que yo siento es que son momentos cíclicos en los que se producen cosas de un tipo y después de otros. Para mí, la televisión se muere cuando se producen programas como "Gran Hermano", que no tienen nada que ver con la cultura. No creo que la televisión tenga que ser "culturosa", pero tampoco necesita encerrar personas en una casa como si fueran hamsters.