Del sufrimiento a la alegría infinita. El Barcelona tenía un partido difícil por la vuelta de los octavos de final de la Champions contra el PSG (había ganado 4-0), pero ni Luis Enrique ni sus dirigidos se rindieron fácilmente. Mostrando una vez más la grandeza de sus jugadores, el Barsa goleó 6-1 al Paris Saint Germain y clasificó con lo justo a los cuartos de final del torneo europeo. Ahora, mucho más relajado, el plantel azulgrana volvió a entrenarse de cara al parido del domingo, ante Deportivo La Coruña, para seguir en la cima de la Liga. 

Contagiados por la felicidad del triunfo y con Neymar como principal incentivador, los jugadores se presentaron en el predio Tito Vilanova para hacer un entrenamiento regenerativo y recuperar el desgaste de la noche anterior. Aunque hubo ejercicios con pelota, los principales protagonistas fueron el buen ánimo, las bromas y las risas, que, a pesar de que seimpre invaden las prácticas del Barsa, ésta vez se manifestaron con mayor fuerza.