Bolivia arma su propia fiesta lejos de la clasificación
Informe especial de Guillermo Schmidt, enviado especial al vecino país para la cobertura del cotejo de este martes entre los locales y Argentina por Eliminatorias
Por qué Bolivia apuesta tanto a un triunfo este martes? Una victoria sobre la Argentina marcaría un mojón en la incipiente era Soria, más pensando en el trabajo a futuro que en el de hoy.
Derrumbada en la tabla de posiciones (está penúltima con 7 puntos, a 13 de distancia de Ecuador y Chile -cuarto y quinto-, y es altamente probable que en esta fecha ya quede sin chances matemáticas de ir a Rusia), la selección local le pondrá una pausa a su proceso de rearmado: el técnico había convocado a algunos juveniles, pero después prefirió confiar en los de siempre. De todos modos, ir mechando a los nuevos resulta imperioso: el equipo que jugará ante la selección de Bauza tiene un promedio de 30 años. Algunos jugadores clave se están despidiendo: Ronald Raldes, el capitán (que contra Colombia marcó un récord al llegar a 94 partidos con la selección), tiene 36 y Pablo Escobar, acompañante de ataque de Marcelo Martins, acusa 38.
Sin ir a un Mundial desde el de Estados Unidos de 1994, la selección local tiene en ese fixture un estímulo suficiente para dar pelea y renovarse. Aunque ni Alexis Sánchez ni Neymar generan el impacto de la visita que hará el capitán argentino Lionel Messi: su cara se ve repetidamente en los carteles publicitarios en las avenidas. Lo que resta saber aún es si el presidente, Evo Morales -cuya presencia el martes en el estadio es una fija-, querrá vestirlo otra vez con un poncho, como sucedió después del 1-1 de hace exactamente cuatro años.
Aquella vez, eso sí, la Argentina había llegado aquí con bastante más aire en la tabla que ahora. Ese mismo aire que suele escasear cuando los cuerpos visitantes se ponen a correr sobre el maltratado césped del Siles.