La serie francesa que le saca lustre al misterio
El martes 28, a las 22, se emite el tercer episodio de este oscuro policial que posicionó muy bien a Francia en el mercado
“¿No te das cuenta de que él nos esconde algo?”, le susurra Sandra Winckler a un colega en la Policía Judicial en Le Tréport, en la Alta Normandía, al norte de Francia. “¿Y quién no tiene algo que esconder acá?”, le contesta el otro. Afuera, el ex jefe policial, Paul Maisonneuve, se apoya en su bastón negro y fuma sin pestañear. Hallaron una foto de él en un chalet en alquiler y, en el living, sorpresas más oscuras: tres cadáveres exhumados y bien vestidos. Hoy a las 22, la miniserie Los desenterrados (Europa Europa) estrena el tercero de sus seis episodios. A la vista de todos, por fin, en la Argentina.
Desde 2015, Los desenterrados reanimó y reposicionó el toque francés en el mercado de las series policiales exportables. Su título original, Les témoins (Los testigos), fue un presagio con certero marketing: su primer episodio sumó seis millones de espectadores por la señal France 2. El mayor fenómeno de la TV de ficción en cinco años. Luego se vendió a 25 países y el 31 de octubre de 2016 -la noche de Halloween- se estrenó en España, donde medio millón de televidentes la vio traducida. La versión local subtitulada recobra -por suerte- el temblor de las voces protagónicas.
“El hombre es el principal depredador del hombre”, desliza Paul Maisonneuve mirando a Winckler. El apático oficial jubilado, a cargo de Thierry Lhermitte, fue su tenso profesor en el instituto de formación policial. Ahora deberá cooperar con Winckler, interpretada por Marie Dompnier, ya que ella comanda la pesquisa sobre las tumbas profanadas. Tiempo atrás, otros dos adultos y una adolescente habían sido desenterrados -dos días después de morir- y aparecieron en un chalet en alquiler. Ninguno había conocido al otro. ¿Más mensajes cifrados para Maisonneuve, reaparecido tras el choque automovilístico en el que murió su esposa?
Desde el martes 14 de este mes, el primer y segundo episodio de Los desenterrados manejó con potente calma los climas internos del relato. En cada escena, el misterio se administra en los diálogos de los roles secundarios. Y a ambos lados de la pantalla, los que respiran, tiemblan: el frío costero de Le Tréport, frente al Canal de la Mancha, incide como un tercer protagonista entre Lhermitte y Dompnier. El es popular en Francia (actuó en el filme La cena de los tontos); ella provenía del teatro, pero Los desenterrados la volvió exitosa en TV: por su papel de esta detective de paciente sensualidad, Dompnier ganó el Premio a la Mejor Actriz de Serie de Televisión en el Festival Internacional de Biarritz.
No se enterrará demasiado pronto este éxito que sus creadores, Hervé Hadmar y Marc Herpoux, defendieron a muerte. “Por recomendación de ambos vi The Killing y Homeland”, confesó Lhermitte: así se inspiró para su personaje. Claro que no sólo de policiales ingleses y norteamericanos viven los europeos. France 2 lo sabe y por eso aprobó la segunda temporada de Los desenterrados (de inminente estreno). Habrá nuevas filmaciones en cementerios y más exteriores del norte de Francia. El desafío espera: otros cadáveres disputan el fervor de los televidentes seriales