Los 18 partidos sin derrotas en la Premier League, finalmente, terminaron siendo una mera estadística a la hora de medirse dentro del campo de juego ante el West Bromwich. ¿Por qué? Porque los Diablos Rojos no pudieron contra el equipo de Claudio Yacob (entró en el segundo tiempo) y apenas pudieron conseguir una igualdad sin goles en Old Trafford. Y claro: la intención de sumar de a tres para quedar a tiro de los puestos de Champions comenzó a difuminarse.

Marcos Rojo fue titular en el elenco de Mourinho, quien puso al ex Estudiantes como segundo marcador central en la defensa local (Bauza lo utilizó en esa misma posición ante Chile), mientras que Sergio Romero vio los 90 minutos sentado en el banco de suplentes. Ciertamente, el team de Mou sintió (y mucho) la ausencia de Ibrahimovic en el ataque (purgó las tres fechas de suspensión por el codazo a Mings, del Bournemouth). Ni siquiera el ingreso de Rooney, en el complemento, pudo romper la resistencia de la visita.

De esta manera, el Manchester United comenzó a alejarse de la zona que entrega tres cupos y medio para la máxima competencia europea a nivel clubes ya que se quedó con 53 unidades en puesto de Europa League.