Fitch mantuvo una visión positiva de la Argentina, pero advirtió sobre la inflación

Tras haber elevado la calificación en octubre a B, es decir en estado aún vulnerable, la evaluadora de riesgo justificó la estabilidad de la nota y del horizonte de corto plazo en el momento favorable "que caracteriza a la etapa de crecimiento". Alertó por la distorsión de los índices de precios y por la falta de incentivos para atraer a la inversión.

"La alta posición de reservas en divisas y la relativamente favorable estructura de la deuda pública, con reducido riesgo de la incapacidad de honrar los vencimientos de corto plazo, junto al sostenimiento del superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos", justifican la perspectiva favorable.

Sin embargo, Fitch advierte que no es positivo para el país la "alta proporción de la deuda pública, que bordea el 50,9% del PBI, la limitada capacidad para su refinanciación y una política que ha conducido a generar notables distorsiones, que se manifiesta en una elevada tasa de inflación extraoficial, caída de la producción energética y reducidos incentivos para la inversión de largo plazo por parte del sector privado”.

Del lado del crecimiento esperado, destaca la calificadora de riesgo que "la Argentina mantiene un crecimiento robusto, con una tasa de 9,2% en 2010 y una proyección de 7% para 2011, y tendiendo a 4% hacia 2013".

También advierte sobre la "política fiscal expansiva, a un ritmo de 35% anual en abril de 2011", dado que la alta presión tributaria y la rigidez a la baja del gasto, impone un alto desafío a la política fiscal para evitar la revesión del ciclo económico.

Y si bien, "por efecto del clima electoral se ha incrementado la salida de capitales del país, junto a un deterioro de las balanzas comercial y de cuenta corriente" Fitch considera que la cobertura de las reservas intenacionales es lo suficiente robusta para enfrentar ese escenario".