Se inaugura la muestra “Tierra de nadie” en el MAC

La nueva propuesta traerá a Leandro Calamante con una exposición de dibujos y una instalación de tierra, fuego y ramas carbonizadas. Además comenzará otra exposición de “Patrimonio activo” con obras de Federico Aymá. La entrada es libre y gratuita

El próximo viernes 21 a las 20 comenzará la muestra “Tierra de nadie”, de Leandro Calamante, en el Museo de Arte Contemporáneo de la UNL (MAC), Bv Galvez 1578. La exposición será una puesta de dibujos y una instalación de tierra, fuego, ramas carbonizadas y registros realizados en las paredes con el carbón resultante. La jornada además comprenderá la inauguración de una nueva edición de “Patrimonio activo” con obras del artista Federico Aymá.

Los interesados podrán acercarse a las instalaciones del museo en los horarios habituales del museo de martes a viernes de 9 a 13, y de 16 a 20, sábados y domingos de 17 a 20. La entrada es libre y gratuita.
 

Tierra arrasada

Leandro Calamante plantea una penumbra ambiental al develar un escenario donde priman grandes bloques de tierra que ocupan con sus volúmenes la totalidad del espacio. El carbón con todas sus posibilidades se ve desplegado en estos volúmenes que flotan en la escena. “El artista presenta una concepción del mundo desde el pequeño espacio. Cada parcela potenciada por el concepto de propiedad privada se muestra en su recorte, en su diferenciación y en la convicción de que lo que le pertenece individualmente”, explica Stela Arber, directora del MAC.

La responsable de la institución explica también que en la exposición aparece la fragmentación social que refleja en forma directa el estancamiento de las oportunidades de crecimiento que se arrastran y se instalan, impidiendo la movilidad social y marcando la coyuntura económica del subdesarrollo. La mirada de Calamante regresa a un punto originario casi desde lo ritual y se transforma en espejo para el que recorre y observa. Se produce un tránsito orbital que refleja inquietantes signos simultáneos en todo el espacio.

Semejante panorama sombrío hace indispensable pensar en el gesto de acciones sostenidas en el tiempo, la depredación, que tiene como manifestación, una verdadera tierra arrasada, y sobre ella, prueba de ese tránsito humano aparecen apenas como un atisbo de experiencia regresiva unas gotas de sangre que agonizan en la pared en un desgarro sin miramientos construyendo el símbolo de la vida.

Patrimonio activo

En complemento, el MAC expondrá obras de Federico Aymá quien ha sabido mostrar gran oficio y habilidad en la práctica del dibujo con rasgos originales, limpios y espontáneos en un automatismo de resolución instantánea siempre dentro de la figuración. El artista es capaz de sacar de las líneas sus máximas consecuencias y poder expresivo a través de un manejo de la línea sensible que supera grandemente todo lo conocido en esta área. Las obras que se expondrán fueron realizadas entre las décadas del 60, 70 y 80. Aymá fue incansable en su trabajo y dejó miles de dibujos realizados en tinta, en carbonilla y otros materiales.

Refinado y con soltura, Federico Aymá sabe imponer su capacidad plástica a la vez que muestra la carnadura real de sus criaturas hostigadas que aparecen desamparadas en la crueldad de su existencia. Hombre-bestias expuestos en su condición brutal y hasta autorretratos donde se puede captar el transcurso del tiempo.

Posee un lenguaje plástico que se inserta con toda su fuerza en lo social mostrando su propia visión, su compromiso sobre lo que acontece a su alrededor, sin olvidar el rigor estético en sus obras, aparece siempre, el caos en el que le toca vivir al hombre latinoamericano contemporáneo. Con fuerza desgarradora, nos deja su obra artística, que es más que eso, es una obra artística testimonial, donde se puede ver su batalla personal hurgando permanentemente en la miseria y la arrogancia del poder. Sin concesiones, sin tolerancias, se refleja su mirada aguda sobre la época que le tocó vivir.