¿Por qué algunas personas se marean durante un viaje?
Más de la mitad de la población mundial alguna vez padeció el traslado a bordo de un vehículo. La experiencia puede generar palidez, náuseas y a veces vómito. La explicación de los expertos
Los autos podrán ser autónomos, inteligentes y voladores pero antes, primero, deberán resolver una situación habitual, un padecimiento sin fronteras. Según estadísticas mundiales, dos de cada tres personas han sufrido mareos en un auto. ¿Cómo se explica este fenómeno? El vulgar mareo recibe condición académica de cinetosis, denominación técnica del mareo por movimiento. Su argumento más extendido es la discrepancia entre lo que se percibe y lo que se divisa, lo que se siente y lo que se ve.
El cerebro procesa información constante procedente de la vista, el oído interno, los músculos y las articulaciones. Cuando los datos recogidos se contradicen se produce un fenómeno de desorientación espacial que puede derivar en palidez, náuseas y a veces vómito. Expertos en otorrinolaringología afirman que cuando las personas viajan en un auto leyendo, el mareo se genera porque la información que percibe el ojo no coincide con la que procesa el oído: mientras el oído asegura que la persona se está moviendo, la vista jura que no, porque está concentrada en un punto fijo.
Las estructuras internas del oído que regulan el equilibrio reciben una estimulación excesiva cuando se viaja a bordo de un vehículo. Un estudio realizado por Ford descubrió que los pasajeros atentos a sus pantallas empezaron a experimentar malestar luego de un recorrido promedio de diez minutos. La indisposición impacta preferentemente en pasajeros niños y adolescente, ubicados en los asientos traseros y particularmente abocados a sus pantallas.
Bruno de Ambrosi es médico neurólogo e integra el staff del Hospital Austral, el Fleni y el Cemic. En diálogo con Infobae repasó la naturaleza del clásico malestar: "Los oídos son los que censan el movimiento que te notifica sin que vos te des cuenta que estás moviéndote, pero al mismo tiempo los ojos te avisan que estás quieto. Es una condición humana integrar todos los datos que tomamos del mundo para construir algo coherente. Cuando viajamos en auto eso entra en conflicto".
Las mascotas sí se marean, los bebés no; por el contrario, la agitación del vehículo les da sueño. Los conductores tampoco: recibir información sensorial coordinada, manipular los movimientos y anticiparse a los hechos contribuye a mejorar aún más el equilibrio. Según asumió Eike Schmidt, ingeniero de investigación en el Centro de Investigación e Innovación de Aachen, en Alemania, los mareos confrontan con la temática de máximo confort de las automotrices: "La comodidad es uno de los principales objetivos en nuestros diseños de autos del futuro, y queremos hacer todo lo posible para reducir los mareos".
"Hay predisposiciones personales: hay gente que puede ir en el colectivo leyendo y no siente ningún tipo de mareo. Los migrañosos son los que tienen más síntomas vestibulares, pero los chicos son el público más propenso. De todos modos tiene que ver con lo que estás haciendo y dónde. Difícilmente el conductor sienta malestar porque asume un estado activo y concentrado, pero sí lo padece el que esté sentado atrás que ve mucho menos y mantiene una actitud pasiva, en discrepancia con lo que sucede a su alrededor", especificó el especialista.
"Los mareos en el coche son un problema complejo. Es una reacción natural a un estímulo no natural que no se puede curar como tal. Pero podemos intentar aliviar los síntomas", admitió el profesor Jelte Bos, de TNO, Sistemas de Percepción y Cognitivos de Soesterberg, en Holanda. Las sugerencias de los expertos destacan el dimenhidrinato como fármaco inhibidor de las funciones cerebrales que producen el cuadro vegetativo y otras soluciones más caseras: conducción suave, circulación de aire, inmovilizar la cabeza, centrar la vista en el frente de la ruta y hasta distraer a los pasajeros.
De Ambrosi sugiere que antes de consumir psicofármacos, el deber cívico indica primero "consultar a su médico". "Existen varios sedantes laberínticos que tienden a atenuar y moderar las señales que incorpora el cerebro. Algunos son efectivos pero pueden provocar bastante somnolencia", puntualizó. Prefiere remedios más caseros, preventivos: "El mareo se puede precaver con medidas básicas como comer alimentos de bajo volumen y bajo contenido graso, tomar bebidas livianas, centrar la mirada en el horizonte y ejercer conductas activas". Para que los niños experimenten un mejor viaje en auto: no a la tablet ni al celular, sí a actividades lúdicas que impliquen actividad y movimiento.