¿Son efectivas las dietas libres de gluten?
No existe evidencia firme que indique que una dieta libre de gluten sea una estrategia efectiva para perder peso. ¿Qué riesgos hay?
Las dietas sin gluten se han puesto de moda en los últimos años, de la mano de famosas que llevan una alimentación gluten free para mantener la línea, a pesar de no ser celíacas. Sin embargo, según informa una investigación realizada por el sitio Infobae, no existe evidencia firme que indique que una dieta libre de gluten sea una estrategia efectiva para perder peso.
En general, muchos alimentos de la mesa de los argentinos contienen gluten, es el caso de los panes, bollería, facturas, pastas, pizzas, tartas o empanadas. Según como sean las preparaciones o con que se acompañen estas comidas (cremas, quesos duros, etc), los platos pueden ser muy calóricos. A su vez, si una persona consume preferentemente este tipo de productos y en porciones abundantes, en detrimento de otros alimentos frescos como frutas y verduras, puede a largo plazo aumentar de peso. Es probable que al retirar esos alimentos se pierdan algunos kilos, pero no por haber eliminado el gluten, sino por haber reemplazado alimentos más calóricos por otros con menos calorías.
Sin gluten no significa bajo en calorías
Es posible preparar pastas, tartas, panes, tortas, budines, etc con harinas sin gluten (maíz, arroz, mandioca, trigo sarraceno) y esto no aseguraría un descenso de peso. Asimismo, es posible que, para mejorar el sabor, algunos alimentos comerciales libres de gluten tengan más azúcares o grasas en su composición, con un aporte calórico superior. Elegir una dieta sin gluten no es un beneficio por el solo hecho de no tener gluten y a la vez resulta una opción muy costosa. Para bajar de peso se recomienda seleccionar carbohidratos ricos en fibras, proteínas magras y grasas mono y poliinsaturadas, con especial atención al tamaño de la porción y sumar actividad física; no se trata de eliminar el gluten.
¿De qué hablamos cuando hablamos de celiaquía?
El gluten es una proteína presente en el trigo, cebada, centeno y avena. La celiaquía es una enfermedad autoinmune producida por la intolerancia permanente a las proteínas del gluten en individuos genéticamente predispuestos. El organismo reacciona fabricando anticuerpos cuando consume alimentos con gluten. Se presenta en el 1% de la población general. Es más frecuente en mujeres, y puede aparecer a cualquier edad. El consumo de alimentos con gluten genera un daño en la mucosa del intestino delgado y altera la absorción de nutrientes. Esta alteración revierte cuando se retira el gluten de la dieta.
Los síntomas clásicos son dolor o distensión abdominal, diarreas frecuentes o alteración del ritmo evacuatorio, pero también puede manifestarse con cefaleas, náuseas, acidez, presencia de aftas o queilitis a repetición, piel seca, caída del cabello y, en los más pequeños, retraso del crecimiento, bajo peso, irritabilidad, falta de apetito, cansancio, distensión abdominal, retraso puberal, etc. En algunos casos puede ser asintomático y la sospecha resulta de un hallazgo, al detectar anemia, descenso del nivel de proteínas, déficit de calcio (osteoporosis a edades tempranas). Es importante realizar una pesquisa de la enfermedad en parientes de primer grado: padres, hermanas, hijos o ante la sospecha de otras enfermedades autoinmunes (Diabetes tipo 1, tiroiditis de Hashimoto, Lupus, Artritis reumatoidea, etc). Se realiza un análisis de sangre para detectar la presencia de anticuerpos. Si el resultado es positivo, el especialista puede solicitar una biopsia de la mucosa intestinal, a través de una endoscopía para confirmar el diagnóstico.
El único e irreemplazable tratamiento es una dieta libre de gluten, dado que el mismo actúa como un agente extraño y la exposición reiterada lesiona la mucosa y altera la absorción de nutrientes. Es vital seleccionar aquellos productos elaborados cuya etiqueta presenten el logo o leyenda "libre de gluten" o "gluten free", para lo cual distintas asociaciones (Ministerio de Salud, www.celiaco.org.ar, www.celiacosargentinos.com.ar entre otros) actualizan las listas con los alimentos aptos.
Pueden consumir libremente frutas, verduras, semillas, pollo, pescado, carne, lácteos (aptos) y todos los productos elaborados con arroz, mandioca, maíz, quinoa, etc. Evitar la contaminación cruzada al preparar las comidas, cocinar de manera separada (al horno, plancha, parrilla o frituras sin cruzar con alimentos con gluten) e individualizar tablas, vajilla y cubiertos.
Existe otra entidad conocida como sensibilidad al gluten no celíaca que no está bien definida. Para realizar el diagnóstico, es primordial descartar la Enfermedad Celíaca y alergia al trigo y se confirma cuando al retirar el gluten de la dieta se observa una mejoría clínica significativa con reducción de los síntomas a los pocos días.
En conclusión, se desaconseja seguir una dieta libre de gluten en la población general para bajar de peso, ante la ausencia de una indicación clara del profesional. Solamente estaría indicada en las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten dado que eliminar este grupo de alimentos sin un correcto reemplazo, puede generar carencias nutricionales.