En 2021 seguirá el control de los precios de Moreno

Avisó a empresarios que en diciembre lo sucederá alguien joven y de buena formación técnica. Continuará el sistema de subas autorizadas no mayores al 10% por vez

Después de seis años de un trabajo tan polémico como ajetreado, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, comenzó de a poco a embalar las pertenencias que lo acompañan desde 2005 en sus oficinas. No es la primera vez que el funcionario reconoce ante su círculo cerrado que podría dejar el cargo, pero en esta ocasión sus interlocutores habituales aseguran que muestra más signos de sinceridad que en veces anteriores, según pudo saber El Cronista.

Dos son los datos más sintomáticos de que Moreno piensa seriamente en una retirada cuando finalice el actual mandato de la presidenta Cristina Fernández, en diciembre: en primer término, ya les anticipo a los empresarios que a pesar de su ausencia continuará el “comercio administrado”, una de las formas, para algunos eufemística, con la que se refiere al metódico control de precios que aplica desde hace años. Y deslizó, sin dar nombres, el perfil que tendrá su sucesor: joven, bien formado técnicamente y de “mano firme” para tomar las riendas de los precios para el mercado minorista en el país.
Además, dijo y repitió a todo el que se lo preguntó que si la presidenta Cristina Fernández se lo permite, le gustaría desembarcar en alguna entidad financiera, como el Banco Nación o el Banco Central.

“Moreno avisó que va a dejar todo organizado para cuando no esté”, asegura un hombre de negocios de vínculo frecuente con el titular de Comercio Interior.
El funcionario aseguró frente a empresarios de diversos rubros que su sucesor tendrá en torno a los 40 años. De acuerdo con su interpretación, los hombres de su generación están ‘viejos’ para el trajín que requieren ciertas actividades, y considera que hay que dejarle espacio a los más jóvenes.

Los empresarios que lo escucharon intuyeron que el secretario les anticipaba el desembarco de un miembro de La Cámpora, la agrupación de jóvenes kirchneristas que, entre otros, reúne a jóvenes de ese perfil.

Moreno también les anticipó que continuará con el modelo de control de precios que elaboró él mismo a lo largo del último lustro. Lejos del frenesí del año 2006, en el que Moreno corría contra el reloj para cerrar acuerdos de precios sectoriales de dudoso cumplimiento –ese tipo de práctica tuvo un efecto moderado el primer año, pero luego quedó en desuso–, el funcionario desarrolló un aceitado mecanismo de control en sectores específicos que le legará a su sucesor.

Por ejemplo, tiene bien digerido el control de los precios en las góndolas de los principales supermercados, como Walmart, Jumbo, Coto, Vea y Carrefour, entre otros, para que puedan contener cualquier alza exagerada en otros comercios, como supermercados chinos, tiendas de conveniencia y almacenes. Moreno tiene una exasperada conciencia tanto de los alcances de ese método como de sus limitaciones.

Con frecuencia casi diaria Comercio Interior autoriza aumentos a las empresas, pero nunca a todas de igual rubro al mismo tiempo. Divide el universo de productos en masivos –los de venta más extendida, y por lo tanto los que menos aumentan–, selectivos y premium, más selectos y onerosos. Y cuida que, en el último de los casos, los aumentos autorizados no estén por encima del 10%, mientras que los masivos no deben superar el 3% ó 4%.

También le dejará a quien lo suceda una larga lista de contactos telefónicos con los CEOS y presidentes de las mayores empresas de la Argentina.