El Atlético de Madrid se consolidó hoy en la tercera posición de la Liga española de fútbol al imponerse al combativo Eibar por un ajustado y sufrido 1-0.

Tras el tremendo varapalo sufrido el martes en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones europea ante el Real Madrid (3-0), los rojiblancos se prepararon para la remontada épica con un triunfo que casi aseguró su clasificación directa para la próxima edición de la Champions.

En la trigésimo sexta fecha de la Liga y en el estadio Vicente Calderón, el gol de Saúl Ñíguez en el minuto 69 de partido dio tres puntos de oro al Atlético, tercero con 74.

A falta de dos fechas para la conclusión del campeonato, y tras el tropiezo del Sevilla (69) el viernes, los dirigidos por el argentino Diego Simeone prácticamente amarraron la tercera posición, la última que evita la fase previa de la Champions.

Sufrió y mucho el Atlético para firmar el exiguo triunfo ante el incansable Eibar, que pudo empatar en los minutos finales, y también en el tiempo añadido, cuando los rojiblancos jugaban con diez por expulsión del uruguayo Diego Godín con doble amarilla en el minuto 92.

Dominador en general del encuentro, al Atlético le faltó puntería. Y contundencia para convertir en gol las pocas pero claras ocasiones que tuvo.

Durante los primeros 45 minutos, el belga Yannick Carrasco y Saúl Ñíguez gozaron de dos oportunidades que el entusiasta Vicente Calderón casi celebró.

El centrocampista belga envió a las nubes, después de marcharse de su par con un gran recorte y tras superar al arquero Yoel en el mano a mano.

Justo antes de la pausa y después de que los rojiblancos reclamaran un penal por manos de Ramis que parecieron involuntarias, Saúl también disparó altísimo un excelente servicio de Thomas, el hombre más acertado de los de Simeone en la primera parte.

El técnico argentino buscó soluciones en el descanso. La primera, dar entrada a Fernando Torres, que buscó el gol por activa y por pasiva, y acertó participando de manera indirecta.

Muy avispadamente, "El Niño" Torres dejó pasar el gran centro desde la banda izquierda de Godín para que Saúl lo atrapara en el balcón del área del Eibar y, con un fuerte disparo ajustado al palo derecho, abrir el marcador rojiblanco.

A los casi 70 minutos de partido, el Atlético doblegaba así la numantina resistencia de los dirigidos por José Luis Mendilibar.

El Eibar no se rindió. Buscó y buscó el gol del empate, que rozó en varias ocasiones para inquietud de la hinchada rojiblanca que, tal y como había solicitado Simeone tras la dura derrota en Champions ante el Real Madrid, nunca dejó de alentar a los suyos.

El miércoles, cómodamente instalado en la tercera posición de la Liga, el Atlético apelará a la heroica para intentar voltear el 3-0 de la ida y acceder a una nueva final continental.