El campeón olímpico keniata Eliud Kipchoge corrió hoy el maratón más rápido del mundo en 2:00:25, pero no logró el objetivo de bajar de las dos horas planteado por un reto patrocinado por la marca deportiva Nike en el circuito de Monza, en Italia.

Kipchoge superó el récord del mundo que consiguió su compatriota Dennis Kimetto en el maratón de Berlín de 2014 al recorrer los 42,195 kilómetros en 2:02:57.

Sin embargo, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) no reconoce oficialmente el reto "Breaking2", entre otras cosas porque en el circuito de 2,4 kilómetros de Monza se iban cambiando los "pacemakers" en cada ronda.

Kipchoge dio las gracias a su equipo y se mostró feliz con el tiempo conseguido. "Este viaje ha sido bueno, ha sido duro", dijo, reconociendo que no logró correr al ritmo necesario en las útlimas dos rondas.

En el reto participaban también el eritreo Zersenay Tadese, plusmarquista mundial de la media maratón, y el etíope Lelisa Desisa, doble campeón en Boston, pero cayeron antes que Kipchoge.