La desconocida relación entre las preocupaciones y el cerebro

Las preocupaciones tienen mala fama en la actualidad, cuando está de moda el estilo de vida relajado. Sin embargo son muy útiles para mantener activo el cerebro, motivarnos y proteger nuestro cuerpo.

Las preocupaciones tienen mala fama en la actualidad, cuando está de moda el estilo de vida relajado. Sin embargo son muy útiles para mantener activo el cerebro, motivarnos y proteger nuestro cuerpo. A estas conclusiones llegó un reciente estudio de la Universidad de California en Riverside.

Kate Sweeny es psicóloga y líder de este trabajo en el cual se estudió detalladamente las preocupaciones en las personas, y llegó a la conclusión de que cumplen un papel clave, sobre todo en la recuperación tras vivir un acontecimiento traumático o sufrir una depresión. “Nos sirven como un escudo emocional”, aseveró.

Pero además tienen un rol decisivo a la hora de planear y adaptarnos a nuevas circunstancias, así como en la adopción de conductas saludables y preventivas. Por ejemplo, si te preocupás por tener cáncer de piel, te vas a cuidar con protector solar al ir a la playa, y así correrás menos riesgos de contraerlo.

En el estudio, publicado en la revista especializada Social and Personality Psychology Compass y reproducido por Muy Interesante, la psicóloga fue más allá. De acuerdo a los datos que recavó, las mujeres que se preocupan moderadamente se hacen más mamografías para prevenir el cáncer de mama.

“Parece que tanto la despreocupación como el temor excesivo pueden obstaculizar la motivación, mientas que la dosis adecuada de preocupación nos motiva sin paralizarnos”, señaló la experta. Incluso si ocurre lo peor, la desazón sirve como preparación para contratiempos porque obliga a pensar en un plan B. Y en caso de que todo salga bien, la alegría será mayor que si nunca nos hubiéramos preocupado.

“Los niveles extremos de preocupación son malos para la salud, pero preocuparse lo justo es mejor que no hacerlo en absoluto. La acción preventiva y la planificación son buenas consejeras”, consideró.