El café

La cafeína es generalmente vista como algo perjudicial para el organismo. Y lo cierto es que existen muchos aspectos negativos de la cafeína, como por ejemplo el hecho de producir sustancias ácidas y causar dependencia. Sin embargo, el consumo moderado de café puede tener efectos benéficos. Posee sustancias antioxidantes que combaten los radicales libres y estimula la atención, la concentración, la memoria y el aprendizaje. Varias investigaciones sugieren que el café también puede ser un buen aliado contra la depresión.

El vino

Que el exceso de alcohol resulta perjudicial para la salud todos lo sabemos. Además de su alto valor calórico, el consumo habitual de bebidas alcohólicas puede desencadenar problemas en el hígado. Pero a pesar de ello, el vino tinto contiene polifenoles, antioxidantes y flavonoides que ayudan a prevenir las dolencias cardíacas y degenerativas. Por lo tanto, el consumo moderado de vino tinto también puede resultar saludable.

El aceite de oliva

Cuando mencionamos el aceite lo primero que nos viene a la cabeza es su alto valor calórico. Aunque el exceso de grasa es muy perjudicial para la salud, también es un nutriente esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo. El aceite de oliva, por ejemplo, es un aceite mono-insaturado que cuando se consume con moderación ayuda a mantener los niveles de colesterol malo (LDL) dentro de los límites, aumentando los niveles de colesterol bueno (HDL). Además, es rico en vitamina E y ayuda a regular el intestino.

La mayonesa

Rica en calorías y grasas, la mayonesa siempre ha sido vista como el gran enemigo de la dieta saludable. Sin embargo, contiene omega 3 y omega 6 y es una fuente de grasas mono-insaturadas y poli-insaturadas. Debido a que los lípidos son digeridos más lentamente, las ensaladas con mayonesa proporcionan saciedad. Y por si esto no fuera suficiente, la versión actual de las mayonesas industrializadas tiene su valor calórico bastante reducido.

Semillas oleaginosas

Por ser extremadamente calóricas, las semillas oleaginosas, como por ejemplo las castañas, los cacahuetes, las macadamias y las nueces, son vistas como enemigas de una dieta saludable. Sin embargo, la grasa que tanto asusta a los consumidores resulta beneficiosa en el caso de las semillas oleaginosas, ya que contribuye a la reducción del colesterol malo (LDL). Estas semillas también son una fuente de nutrición muy importante para el buen funcionamiento del organismo. Los cacahuetes, por ejemplo, son muy ricos en proteínas y contienen vitamina E, que tiene un efecto antioxidante. Las castañas, por otra parte, son ricas en selenio, además de en vitamina E. Los dos nutrientes unidos fortalecen el sistema inmunológico. Además, el selenio reduce los efectos del reflujo y equilibra las glándulas tiroideas.

Durante mucho tiempo se creyó que los huevos eran un alimento muy perjudicial para la salud por su alto contenido en colesterol. Sin embargo, esta idea está siendo dejada de lado. Los huevos son un alimento muy nutritivo que contiene vitaminas A, B, E y D, además de ácido fólico, proteínas, calcio, hierro, fósforo y zinc. Varias investigaciones demostraron que a pesar del colesterol, el consumo de huevos no aumenta la incidencia de enfermedades cardiovasculares, ya que es pobre en grasas saturadas. Incluso el consumo moderado de huevos puede aumentar el colesterol bueno (LDL).

Los carbohidratos

La leyenda de que los carbohidratos engordan hace que éstos sean evitados y a veces incluso eliminados de las dietas para adelgazar. Sí, el exceso de carbohidratos se convierte en grasa. Sin embargo, ellos son la fuente de energía más importante de nuestro organismo y parte esencial de una dieta saludable. Además de formar la energía de reserva de los tejidos musculares (glucógeno), la glucosa es la única fuente de energía utilizada por el cerebro.

El queso

Los quesos, principalmente los amarillos, son ricos en sodio y grasas, dos componentes mal vistos cuando se habla de una alimentación saludable. Sin embargo, los productos derivados de la leche también son una fuente muy importante de calcio y proteínas, dos nutrientes indispensables para la formación de los huesos y del tejido muscular, respectivamente. La mejor opción para quienes quieren evitar el aumento de peso sin renunciar a los beneficios de este alimento es elegir los quesos blancos en lugar de los amarillos.

Debido al alto contenido en grasas y colesterol que contiene, durante los últimos años la carne roja ha sido vista como la gran villana de una alimentación saludable. Pero además de ser rica en proteínas, este tipo de carne también contiene todos los aminoácidos esenciales, además de hierro, zinc, potasio y vitaminas de tipo B, esenciales para el organismo.

El cacao

Temido por la gran cantidad de grasa y azúcar que contiene, el chocolate es uno de los alimentos más evitados en una dieta saludable. Sin embargo, su consumo moderado ofrece numerosos beneficios. Al poseer propiedades antioxidantes, el cacao presente en el chocolate ayuda en la prevención de enfermedades degenerativas, además de tener efectos beneficiosos para el corazón.