El MP3 ha muerto ¿Y ahora que escuchamos?
No dejaremos de usar el MP3 de la noche a la mañana, sino que convivirá con nosotros durante muchos años más.
El Instituto Fraunhofer, el centro de investigación alemán que tiene los derechos del formato de audio MP3, ha dado por finalizada la vida útil de este tipo de compresión. La consecuencia más directa es que y ha dejado de conceder licencias de uso para este sistema desde el pasado 23 de abril.
¿Esta decisión supone dejar de consumir este formato de modo inmediato? La respuesta es no. No dejaremos de usar el MP3 de la noche a la mañana, sino que convivirá con nosotros durante muchos años más. De hecho, lo más probable es que la migración se realice de manera lenta hacia los formatos ACC y MPEG-H, dada la cantidad de usuarios.
La principal razón de abandonar progresivamente el MP3 se debe a que en la actualidad existen otras alternativas más eficaces a la hora de comprimir el audio a tratar y con una pérdida de calidad muchos menor respecto al original.
Oficialmente el formato MP3 ha sido descatalogado y ya no saldrán al mercado más productos compatibles con él. Desde este momento, el Instituto Fraunhofer apuesta por formatos más eficientes y con una mayor funcionalidad, de ahí que la transmisión de radio y televisión los utilice para ofrecer audio de mayor calidad a velocidades binarias inferiores a las del MP3.
El MP3 se ha quedado obsoleto. Ha perdido terreno respecto a otro tipo de formatos, pero su papel en el cambio de la industria de la música ha sido clave. Por primera vez nos permitió experimentar el potencial de Internet para intercambiar datos con la irrupción de servicios de distribución ilegal de música como Napster y el desarrollo de sistemas portátiles y de streaming, como el iPod o iTunes. Por ello, el MP3 merece su lugar en la historia.
Técnicamente ha muerto, pero en la práctica sigue y seguirá vivo por muchos años.