Por qué dormir bien es cada vez más difícil en la adultez
A medida que las personas envejecen, muchos son los que experimentan dificultades para dormir el suficiente tiempo y con la suficiente profundidad. Ahora, un nuevo estudio sugiere que la creencia de que es la edad la que hace cada vez más difícil dormir es en realidad al revés: el insomnio sería lo que cataliza el envejecimiento.
En el estudio, publicado en la revista Neuron, un grupo de investigadores descubrió que el insomnio se produce porque ciertos mecanismos cerebrales cambian a medida que la gente envejece.
El autor principal del estudio, Matthew Walker, jefe del laboratorio de neuroimagen y sueño de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, dijo que el insomnio es el resultado de la pérdida de conexiones neuronales en el cerebro que captan las señales de cansancio. En experimentos que compararon la cantidad y el tipo de señales químicas involucradas en el sueño en ratones más jóvenes con más viejos, los neurocientíficos encontraron que la firma química (el patrón de presencia molecular) era la misma independientemente de la edad.
El problema es que los receptores en el cerebro que reciben esa señal disminuyen con la edad, según explicó Walker. Eso significa que el cerebro envejecido tiene las mismas señales de sueño dentro de él, pero es incapaz de recoger esas señales. "Es casi como una antena de radio que es débil", agregó Walker. "La señal está ahí, pero la antena no puede tomarla".
Walker dijo que aunque la suposición común es que el insomnio es una consecuencia del envejecimiento, el sueño insuficiente podría ser un factor que contribuye al envejecimiento. Los científicos descubrieron anteriormente vínculos causales entre la falta de sueño y las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la obesidad.
Cuando se trata de la memoria, en el sueño se aplica el "principio de Goldilocks". Esa regla, inspirada en el cuento infantil de "ricitos de oro" y las preferencias del oso pequeño, la osa mediana y el oso mayor, se aplica cuando un fenómeno debe situarse entre extremos. En este sentido, para la memoria no es bueno dormir demasiado o dormir demasiado poco, según un estudio de salud apoyado por Harvard.
La Fundación del Sueño de Estados Unidos (NSF, sus siglas en inglés) indicó que las personas mayores necesitan de siete a nueve horas de sueño por noche, exactamente la misma cantidad que necesitan los adolescentes en crecimiento. Sin embargo, no lo están consiguiendo. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento estadounidense afirmó recientemente que el 13 por ciento de los hombres y el 36 por ciento de las mujeres mayores de 65 años tardan más de 30 minutos en quedarse dormidos y a menudo duermen menos profundamente y se despiertan más a menudo durante toda la noche.
Sin embargo, la privación del sueño en realidad puede comenzar mucho antes, a menudo afectando a las personas al final de sus 20 años y principios de los 30, explicó Walker. De hecho, en el momento en que una persona llega a los 50, sólo tendrá alrededor del 50 por ciento del sueño profundo que estaba teniendo en sus 20 años. A los 70, las personas tienen poco sueño profundo de alta calidad, si es que tienen.
Las píldoras para dormir que, según el experto, a menudo son recetadas a adultos mayores garantizan un sueño en estado de sedación que sólo significa que la persona no va a despertarse en el correr de la noche, pero no aseguran una noche de sueño profundo. Lo ideal según los expertos es mantener hábitos de descanso saludables que puedan reducir los episodios de insomnio y no atenten contra el envejecimiento cerebral.