Sedentarismo: cómo reacciona el organismo
Un grupo de investigadores de la Universidad de Liverpool analizó el impacto de mantenerse inactivo en un periodo de tan solo 14 días. Detallaron los cambios que se producen en el cuerpo. Cuáles son los riesgos
El sedentarismo es uno de los grandes males de la sociedad. Según la Organización Mundial de la Salud produce 5,3 millones de muertes al año. Uno de los grandes responsables de este problema es el ritmo de la vida moderna. En la sociedad actual las personas se volvieron cada vez más inactivas debido a las comodidades, como también por los trabajos que surgieron a partir de los avances tecnológicos.
Mantener una vida sedentaria acelera la aparición de enfermedades, lleva al tabaquismo y a la obesidad. Sobre esta base, un grupo de investigadores de la Universidad de Liverpool encabezó un proyecto en el que se intentó dilucidar las consecuencias que provoca una actitud pasiva en solo dos semanas. Los resultados, pavorosos: apenas 14 días bastan para que el cuerpo sufra una serie de cambios que, a su vez, pueden derivar en diversos riesgos para la salud.
El equipo liderado por el experto Dan Cuthbertson convocó a 28 jóvenes sanos y con una edad promedio de 25 años. Con un índice de masa corporal medio de 25, todos los voluntarios se mantenían físicamente activos, registrando alrededor de 10.000 pasos cada día. Durante 14 días, los participantes tuvieron que reducir sus pasos diarios un 80%, pasando a aproximadamente 1.500 pasos diarios. Esto conllevó una reducción media de 161 minutos de actividad física diaria a solo 26 minutos. A la vez, el tiempo de comportamiento sedentario aumentó a 129 minutos al día.
Concurrido el periodo de prueba, llegó el momento de los análisis. En general, el estudio, presentado en el Congreso Europeo de Obesidad desarrollado recientemente en Portugal, demostró que los niveles de capacidad cardiorrespiratoria disminuyeron fuertemente y los participantes no pudieron correr durante tanto tiempo o con la misma intensidad que antes.
Monitorizando los movimientos con un brazalete, el examen condujo a que los participantes registrasen una pérdida sustancial de masa muscular esquelética, con una reducción (pérdida media de 0,36 kilogramos) tanto de la masa magra total (cuerpo entero) como de la masa magra -un tipo de tejido adiposo, que no está programado para acumular grasa- de la pierna (pérdida media de 0,21 kg). La función mitocondrial también cayó, pero no fue estadísticamente significativa.
Los especialistas indicaron que seguir este tipo de rutinas puede llevar a enfermedades metabólicas crónicas, como la diabetes tipo 2 o patologías del corazón, entre otras. "Los resultados hacen hincapié en la importancia de permanecer físicamente activo, y poner de relieve las consecuencias peligrosas de la conducta sedentaria continua", afirmó Cuthbertson, que en consecuencia, recomendó realizar actividad física a diario y evitar largos periodos de inactividad.