Sólo el 1,5% de los argentinos dona sangre

El porcentaje de donación en la población es muy bajo. Por qué es tan importante este acto altruista, que permite atender necesidades vitales para un recurso que no se compra ni se fabrica

"No esperes a que te lo pidan". Ése es el lema que la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular (AAHITC) difunde en el marco del Día Mundial del Donante de Sangre que se celebra el 14 de junio, a fin de transformar ese noble acto en una buena costumbre y, así, formar donantes de sangre voluntarios y frecuentes.

"Un donante de sangre voluntario es una persona que dona en forma solidaria y desinteresada, sin tener un familiar enfermo o alguien conocido que lo requiera", explicó a Infobae la doctora Gabriela Dabusti, presidente de la AAHITC.

Además, la diferencia principal entre donantes voluntarios y donantes de reposición es la información. "Los donantes voluntarios donan frecuentemente; ya pasaron varias veces por la experiencia y están informados. Conocen su situación de salud, son conscientes de las situaciones de riesgo y ellos mismos saben que están en condiciones de donar. Por ello decimos que es sangre segura", aclaró Dabusti.

Solamente el 1,5% de la población dona sangre en la Argentina, muy por debajo del 8 o 10 por ciento necesario. Es decir, que de los 45 millones de habitantes que viven en la Argentina, son donantes de sangre unas 670.000 personas. Según cálculos del hospital Garrahan, para alcanzar el objetivo de cubrir las necesidades transfusionales, nuestro país debería contar con hasta 2 millones de donantes por año.

A escala mundial se realizan anualmente unas 92 millones de donaciones de sangre. Sin embargo, 30 millones de estos donantes voluntarios donan una sola vez y no vuelven a hacerlo. En cada donación se extraen tan solo 450 mililitros, de manera que al tener más donantes de repetición se puede lograr que el suministro y la seguridad de la sangre y sus derivados sean más confiables.

Recurso vital

La donación de sangre es un acto anónimo, voluntario y altruista, y siempre se realiza bajo vigilancia de personal calificado. Es muy importante ya que la sangre es una necesidad permanente, no puede fabricarse, no se compra ni se vende y sólo se obtiene de personas solidarias que la donen para ayudar a vivir a quienes la necesitan.

La sangre es un recurso importante en todos los tratamientos programados y en las intervenciones urgentes. Permite aumentar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades potencialmente mortales y llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos. Asimismo, es fundamental para tratar a los heridos durante urgencias de todo tipo (desastres naturales, accidentes, conflictos armados, etc.) y cumple una función esencial en la atención materna y perinatal.

"El día de mañana debería ser todos los días. La población debe tener presente la necesidad de donar sangre regularmente. En las campañas o recolecciones notamos que es proactiva a donar sangre, pero hay que acercarse a ellos, ya sea visitando universidades, iglesias, empresas, ONGs, organismos del Estado, instituciones, etc., para que haya más convocatoria", afirmó la doctora Adriana Loggio médica especialista en hemoterapia y medicina transfusional de la AAHITC.

Y agregó: "Estamos transitando un cambio de paradigma. Antes la gente se acercaba a los hospitales o clínicas para donar a un determinado paciente, amigo o familiar. Ahora la propuesta es salir a la población para incentivarlos a donar sangre y que no sea en un momento de urgencia o necesidad solamente".

La especialista apunta a que se trate de "un motivo solidario y de festejo" y aclaró que también se evita la idea generalizada de "reservarse la sangre" para donarla a un amigo o familiar que lo necesite.

"Se puede donar cada dos o tres meses. Y si ello ocurriese, no habría ningún pedido de donación en el centro de salud. Si todos donamos por lo menos dos veces al año, estaría cubierta la necesidad de sangre para todos los pacientes en todo el país", precisó Loggio médica en la Fundación Hospitalaria.

La clave es el hábito

De acuerdo con Dabusti, la clave es el hábito: "Hay que lograr que la donación voluntaria de sangre sea una costumbre y también sea cosa de todos los días. Una persona puede volver a donar cada dos o tres meses, depende el caso. Por lo que la especialista propone usar como recordatorio algunas fechas importantes: cumpleaños, aniversarios o el cambios de estación y así saber cuándo la persona está en condiciones de volver a donar. Una unidad de sangre donada salva la vida de tres o más personas, tanto adultos como niños".

Para la especialista, la clave de la formación de donantes comprometidos está en la educación. Desde la escuela primaria se debe abordar el tema, naturalizando la situación de ir a donar sangre, para que al llegar a los 18 años sea natural habitual y cotidiano donar sangre voluntariamente.

En segundo lugar, la información constante y permanente. Las personas tienen que conocer la problemática actual y estar informados en cuanto a la importancia de ir a donar sangre. En tercer lugar, el trabajo en conjunto de todos los actores sociales (centros de salud, asociaciones científicas, ONGs) junto con el Estado. "Necesitamos que el Estado nos apoye, que trabaje con nosotros para llegar con nuestro mensaje a todo el país", puntualizó la experta.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el lema de la Campaña del Día Mundial del Donante de Sangre 2017 es "¿Qué puedes hacer? Donar sangre. Donar ahora. Donar a menudo". La campaña se centra en la donación de sangre durante las emergencias. Pone de relieve la función que cada uno puede desempeñar para ayudar a otras personas en situaciones de emergencia con su valiosa donación de sangre.

También se centra en el hecho de que es importante donar sangre de forma periódica, para contar con una reserva de sangre suficiente antes de que se presente la necesidad.

 

En la Argentina el porcentaje de donación de sangre es bajo