Rodrigo Bueno, conocido mundialmente como "El Potro", comenzó su carrera musical a los cincos años, cuando grabó un disco infantil. En su adolescencia decidió encarar el camino de la música romántica, salsa y merengue, pero sin mucha repercusión. La consagración llegaría años después, cuando se volcó completamente al cuarteto.

Con ese género musical, Rodrigo se ganó el corazón de la gente. Fueron años de gloria, vorágine y un éxito arrasador. Llenó boliches e hizo colapsar el Estadio Luna Park con 3 shows consecutivos.

El 24 de junio de 2000 ocurrió lo inesperado. Su luz se apagó para siempre. Después de cantar sus canciones en la disco Escándalo, de City Bell, sufrió un accidente en la Autopista Buenos Aires - La Plata. Su camioneta Ford Explorer SUV roja, en la que también viajaban su hijo, la madre del nene, Fernando Olmedo, Jorge Moreno y el locutor Alberto Pereyra, se estrelló contra la barrera de contención y su cuerpo salió expulsado. Rodrigo estaba muerto.

En la última entrevista que dio, la misma noche de la tragedia, El Potro lanzó una frase que dejó pensando a muchos: ¿anticipó que sería su final?

"Estoy muy contento de estar acá, después de pasear por todo el mundo. Pasaron muchas cosas lindas y productivas. Rodrigo no es ninguna persona polémica, dice la verdad. Estoy muy contento de estar como estoy. Vamos a ver si llegamos a fin de año", le dijo al periodista que lo entrevistó.

"Creo que él tenía ganas de descansar. Se fue bien. Quiero que lo recuerden con mucho amor y mucho cariño. La música va a seguir porque él fue mi vida y no se puede terminar con esto. La última vez que hablé con él me dijo 'que nos iba a dejar bien'", contó su madre, Beatriz Olave, horas después de la partida de su hijo.