El viernes 23 de junio Javier Pinola anunciaba su incorporación a River, tras dos temporadas en Rosario Central. En ese entonces, no imaginaba la furia que su decisión desataría en un sector violento de los hinchas de central, que lo acusaron de "traidor" y atacaron el frente del colegio al que asistían sus hijos: amaneció con pintadas, amenazas y quemaduras.

Desde ese momento, el defensor permaneció en silencio. Luego de realizarse los exámenes médicos para sumarse al plantel de Marcelo Gallardo, Pinola denunció: "Se me ensució mucho con cosas que no son verdaderas". En este mismo sentido, el central, uno de los jugadores predilectos de Jorge Sampaoli, agregó: "Voy a hablar y a limpiar mi imagen porque se me ensució de una manera que no merezco. Siempre me manejé de frente".

El jugador de 34 años llega a River luego de que el millonario haya ejecutado la cláusula de recisión por 1.500.000 dólares, con el necesario consentimiento del futbolista. A pesar de las agresiones, el zaguero mostró gratitud para con su última institución: "Estoy agradecido a Central, jamás hablaría mal del club. Yo quería tener una despedida pero lamentablemente no me dejaron. Después tomé la decisión". Además, aclaró que su partida se debía a una "decisión futbolística" y que lo "apresuraron a tomar la decisión el jueves por la noche".

Por último, el futbolista que vistió las camisetas del Atlético Madrid, en España, y Núremberg, en Alemania, lamentó los episodios de violencia de los que fue víctima: "La pasé mal por lo que pasó el viernes, por mis hijos y por todos los nenes que van a ese colegio. Ya dejé pasar unos días, quería apartarme y dejar que hablara la gente que tenía que hablar".