El valor del dólar continuó en junio con el sesgo alcista que ya había experimentado en mayo, para recortar en parte el fuerte rezago que exhibía respecto del resto de los precios de la economía.

La divisa de EEUU subió 13 centavos este viernes, para marcar un nuevo récord de $16,88 para la venta al público, el quinto consecutivo. En la semana trepó 2,8%, mientras que en el recorrido de la primera mitad de 2017 acumuló una ganancia de 4,6%, que luce muy escasa frente al promedio de inflación de bienes y servicios, próximo a 12% en los pasados seis meses del año.

Asimismo, la suba del mes de junio (+3,1%) fue la más alta del año después del pronunciado repunte de mayo (+4,2%).

Aunque no hay consenso absoluto entre los analistas sobre las razones del "despertar" del dólar, algunos argumentos se repiten.

Por un lado, la volatilidad cambiaria es casi un hecho cultural en la Argentina cada vez que se aproximan las elecciones. La postulación de la ex presidente Cristina Kirchner a una banca en el Senado nacional fue interpretada como señal de polarización del voto en las legislativas de octubre próximo.

Para algunos, estos comicios oficiarán de plebiscito para aprobar o desaprobar la política económica de la gestión de Cambiemos. Una derrota electoral del oficialismo sembrará incertidumbre sobre el futuro de las reformas impulsadas por Mauricio Macri, como la eliminación de los controles de capitales o la voluntad de honrar los compromisos de deuda.

Por otro lado se observó en la plaza mayorista una mayor demanda, que obedeció a la búsqueda de cobertura en dólares para cristalizar en moneda dura las cuantiosas ganancias devengadas en el primer semestre a través de otras opciones de inversión menos conservadoras que el billete, como acciones, títulos públicos y Letras del BCRA y el Tesoro, todas incentivadas por las elevadas tasas de interés en pesos.